La comunidad científica se encuentra en estado de alerta tras la erupción solar más poderosa jamás registrada por la NASA. Este evento sin precedentes, ocurrido a las 16:56 UTC del 14 de mayo, marca un hito en la historia de la actividad solar y enciende las alarmas sobre sus potenciales consecuencias.
Según los expertos de la NASA, esta llamarada solar, clasificada como X1.5, supera con creces la intensidad de cualquier otra registrada anteriormente. Su magnitud la convierte en un evento de proporciones épicas dentro del ciclo solar actual.
Si bien aún se desconocen las repercusiones exactas que esta llamarada solar pueda tener en nuestro planeta, los científicos advierten sobre la posibilidad de que genere interferencias en las comunicaciones, afecte el funcionamiento de los satélites y provoque incluso apagones eléctricos.
