La Universidad Autónoma de San Luis Potosí siempre ha sido codiciada por los políticos, pero nunca habían sido tan burdos como el grupo conocido como La Ecuación Corrupta que busca apoderarse de la institución el próximo lunes cuando se elige rector.
Ni los Días Santos hacen entrar en razón a los que concibieron un plan para tomar por asalto la máxima casa de estudios usando, para ello, un rostro de mujer: Lupita Briano.
Los orquestadores tienen un plan; ofrecer las perlas de la Virgen a los consejeros para que voten por el proyecto que pretende el control de la institución con insanas intenciones y objetivos que no tienen que ver con la cultura, la academia, la investigación o el mejoramiento, porque simplemente no conocen las entrañas del Alma Mater.
Lo que busca La Ecuación Corrupta es saquear las, de por sí, magras arcas de la UASLP y colocar a una bola de vividores irredentos en la nómina, hacer negocios y alterar (si es que lo pueden hacer) las listas de aspirantes para dar paso a los que no aprueban el examen de admisión.
Ahí no para la cosa, ese es sólo el principio. Los estrategas han abordado a los consejeros alumnos a través de la Vicepresidencia de la Federación Universitaria Potosina, a la sazón, empleada de un resentido profesor de la Facultad de Derecho cesado por acosador.
A los muchachos, les hacen ofertas y lo que pretenden hacer es un lavado de cerebro, pero los consejeros alumnos, igual que los consejeros maestros y directores, tienen la responsabilidad histórica de analizar si quieren, en realidad, entregarle la Universidad a un grupo como La Ecuación Corrupta que, por lo pronto, ya pudrió amplios espacios en el Partido Verde.
El lunes de Pascua es la fecha para que los consejeros voten libremente y asuman, después, las consecuencias, buenas o malas.
Cavilaciones:
Primera: En Cedral, la Guardia Nacional detuvo a cuatro policías, tres de ellos no estaban certificados, pero pertenecían a una célula al servicio del presidente municipal, Howard Aguilar, mismos que, desde hace meses, se dedicaban a asaltar, levantar y molestar a la población de ese municipio. Menudo lío para el ya muy descarado alcalde que ha sido la peor pesadilla de los cedralenses.