Querido Santa, este año me fue muy bien, así que solo quiero pedirte que aflojes tantito a la presidenta, Claudia Sheinbaum, porque nos trae bien jodidos; quiero decir, cortos de lana.
Mira, Santa, yo soy una persona organizada, pero veo que nuestra presidenta se hace bolas y nos quita lana sin miramientos. Ya no habrá ni para robar un cinquito.
Yo soy alcalde de un pueblo mágico, pero no conozco ni la O por lo redondo, por eso ando dando tumbos. Ni siquiera mi cártel sabe cómo manejar realmente un ayuntamiento.
Bueno, Santa, soy un niño cualquiera, en realidad, y veo que al góber Pollo se le dan las cosas casi por pura suerte. Ya ves que los morenos se aventaron el tiro de matar a un alcalde, y eso le bajó los humos a muchos de los guindas que ya andan de biberones por todos lados.
Mira, Santa, además soy un niño bueno, así que te pido que le vayas fabricando la candidatura para gobernador a mi nuevo amiguito Lupito Torres. Es un buen chico y bien podría suceder al góber Pollo.
A mi Pollo, pos tráele un buen año, porque con tantas carencias va a tener que pedir ayuda en las alturas, y como dicen que ya es amiguis de Claudia, pues al menos no lo va a dejar morir solo.
Algunos dicen que no lo quieren, pero no les hagas caso; se trata de niños ardidos que quieren influir en el gobierno como le hacían antes.
A la niña Ruth tráele, por favor, unas dos clones porque, con tanto trabajo, se tiene que partir en tres, cuatro o cinco: mamá, senadora, presidenta del DIF Estatal, hija, esposa… ¡No, pos sí necesita ayuda!
Para Enriquito Galindo solo te pido un partido porque lo va a necesitar. No en el 2025, pero sí en el 2026. El PRI ya lo expulsó, el PAN lo va a traicionar, y de los cinco que tenía ya solo le quedan Morena, PRD y MC.
A la niña Vero, que se portó muy, pero muy mal, puedes traerle un catecismo porque seguro sus ancestros azules están quemándose en sus tumbas al ver su proceder y el castigo que le infringió a la niña Lidia. ¡Horror! Las llamas del infierno serán su karma.
Al niño Navarro necesitas conseguirle unas súper vitaminas porque, con tanto que trabaja, no le vayan a bajar las defensas.
Al niño Juan Carlos Valladares no necesitas traerle nada; él ya tiene todo. Bueno, tráele un bebé muy sano con una supertorta bajo su bracito. No le hace que se la traigas en forma de presidencia municipal capitalina.
Ay, Santa, yo quiero pedir por todos, pero son muchos. Ya solo te encargo al niño Héctor Serrano porque parece que pastorear diputados locales es más difícil que domar chivas en cristalería.
Bueno, también te encargo al niño Zermeño, porque todos lo quieren manipular: ni pichan ni cachan, ni dejan batear, pero quieren imponerle todo al rector de la UASLP. Lo bueno es que no se deja, pero ayúdale porque además hay uno que otro zopilote que se lo quiere cafetear.
Bueno, querido Santa, esta es mi carta. Échale un vistazo y, como dicen en mi pueblo: “Tráeme lo que puedas, y lo que no, pos no”.
¡Felices fiestas!
