La creciente preocupación sobre los niveles de cortisol en el cuerpo ha llevado a muchos a cuestionar su salud, especialmente en un mundo donde la información sobre la hormona del estrés está al alcance de un clic. Conocido por su papel en la regulación de procesos vitales como el metabolismo y la función inmunitaria, el cortisol se ha convertido en el blanco de críticas y malentendidos, asociados erróneamente a condiciones como la «fatiga suprarrenal» y otros problemas de salud.
Secretada por las glándulas suprarrenales, esta hormona es esencial para que el cuerpo responda ante situaciones de estrés. Anat Ben-Shlomo, endocrinóloga del Cedars-Sinai, resalta su importancia al afirmar: «Sinceramente, no podemos vivir sin él». Sin embargo, mientras que algunas condiciones médicas como el síndrome de Cushing y la enfermedad de Addison están asociadas con desequilibrios en los niveles de cortisol, estas afecciones son raras y complejas en su presentación.
A pesar de la popularidad del término «fatiga suprarrenal», expertos como Ben-Shlomo y Anne Cappola subrayan que esta condición no existe en la forma en que muchos la describen. Se necesita un desequilibrio significativo para afectar la función de las glándulas suprarrenales, lo que desafía la noción de que el estrés continuo puede «agotar» dichas glándulas. Esto sugiere que la mayoría de las preocupaciones sobre el equilibrio hormonal son infundadas.
Además, se advierte que tratar de regular los niveles de cortisol de forma autodidacta, a través de suplementos no regulados, puede ser riesgoso. En su lugar, se recomienda acudir a un médico si los síntomas son preocupantes, ya que un endocrinólogo puede ayudar a descartar problemas reales en las glándulas suprarrenales y detectar otros trastornos que puedan compartir síntomas similares.
Finalmente, a pesar de que el cortisol en sí no es el enemigo, el estrés es un factor manifestado en una variedad de problemas de salud. Practicar un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular, alimentación equilibrada, meditación y descanso adecuado, puede ayudar a gestionar el estrés y mejorar el bienestar general. «El estrés es malo, eso está demostrado más allá de toda duda», concluye Ben-Shlomo, enfatizando la necesidad de tomar medidas proactivas para cuidar de nuestra salud mental y física.