El 8 de diciembre de 1980, el mundo de la música sufrió una irreparable pérdida con la muerte de John Lennon, exintegrante de The Beatles, quien fue asesinado frente al edificio Dakota en Nueva York por Mark Chapman. El crimen ocurrió cuando Chapman, de 25 años, disparó cinco veces a quemarropa a Lennon, quien alcanzó a decir: “Me han disparado”. El atacante permaneció en el lugar, leyendo El guardián entre el centeno, una obra con la que se identificaba.
Chapman, quien tenía una infancia marcada por el abuso y problemas de adicción, había desarrollado una obsesión con Lennon, especialmente tras las controversiales declaraciones de este último en 1966, cuando afirmó que los Beatles eran “más populares que Jesús”. Años después, Chapman dejó pistas de su intención de cometer el crimen, como una Biblia abierta en su habitación de hotel. Tras ser arrestado, alegó que “Dios” le había ordenado matarlo.
Lennon, quien había regresado a la música con el exitoso álbum Double Fantasy, fue abatido cuando regresaba de una sesión de grabación con su esposa Yoko Ono. Aunque los médicos no pudieron salvarlo, su muerte dejó una marca profunda en el mundo. Artistas como George Harrison y Paul McCartney, así como su esposa, Yoko Ono, lamentaron su partida, y se organizó una vigilia en Central Park en su honor.
La tragedia también generó teorías de conspiración, entre ellas, la posibilidad de que Chapman hubiera sido manipulado por programas de control mental. Sin embargo, él aceptó su culpabilidad y, desde prisión, reflexionó sobre el crimen, afirmando que ahora entendía que “no maté a un símbolo, sino a un hombre”.
Mark Chapman, actualmente recluido, fue nuevamente rechazado en su solicitud de libertad condicional en marzo de 2024. Su próximo intento será en 2025, cuando tenga 70 años. Mientras tanto, el legado de John Lennon como un ícono de la música, la paz y el cambio social sigue vigente, con millones de personas recordando su influencia y trágica partida.
Seguiremos informando.
