Al menos 150 personas perdieron la vida y más de 90 resultaron heridas en un nuevo brote de violencia que sacudió la capital haitiana durante la última semana, según informó este miércoles la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La crisis obligó además a unas 20,000 personas a abandonar sus hogares, en medio de enfrentamientos protagonizados por bandas criminales que mantienen asolada la región.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, emitió un comunicado condenando los actos de violencia y destacó la urgente necesidad de contener el avance de las pandillas. “La violencia de las bandas criminales en Haití está alcanzando niveles insostenibles, dejando un impacto devastador en la población civil”, afirmó Turk.
El conflicto, que tuvo su pico entre el 11 y el 18 de noviembre, es parte de una escalada de violencia que ha convertido a Haití en un epicentro de crisis humanitaria. Las bandas armadas controlan vastas zonas del país, donde imponen un régimen de terror mediante extorsiones, secuestros y asesinatos.
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