Un equipo de astrónomos ha descubierto el par de chorros de agujeros negros más extenso registrado hasta la fecha, con una longitud de 23 millones de años luz, lo que equivale a alinear 140 galaxias de la Vía Láctea una tras otra. La megaestructura, apodada “Porfirión” en honor a un gigante de la mitología griega, se remonta a una época en la que el universo tenía 6,300 millones de años, menos de la mitad de su edad actual.
Los chorros, con una potencia equivalente a billones de soles, emergen de un agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia remota. Este descubrimiento, liderado por Martijn Oei, investigador posdoctoral de Caltech, supera al anterior récord establecido por el sistema Alcioneo, descubierto en 2022.
Porfirión, que abarca una mayor porción de la red cósmica que alimenta las galaxias en su entorno, podría haber influido más de lo que se pensaba en la formación de galaxias en el universo temprano. Los chorros de agujeros negros propagan energía que afecta el crecimiento de galaxias cercanas, según explicó George Djorgovski, coautor del estudio. El hallazgo fue posible gracias al radiotelescopio europeo Lofar y revela más de 10,000 megaestructuras similares, lo que cambia nuestra comprensión de la evolución del universo.
Un chorro de agujero negro es una corriente de partículas extremadamente energéticas que es expulsada a velocidades cercanas a la de la luz desde las proximidades de un agujero negro. Estos chorros no provienen directamente del agujero negro, sino de su disco de acreción, una estructura formada por gas, polvo y otros materiales que giran alrededor del agujero negro antes de ser absorbidos.
Cuando el agujero negro está “alimentándose”, el material en el disco de acreción se calienta enormemente y genera campos magnéticos extremadamente fuertes. Estos campos canalizan parte del material hacia los polos del agujero negro, expulsándolo en forma de chorros a velocidades increíbles. Estos chorros pueden extenderse por miles o incluso millones de años luz, viajando a distancias enormes en el espacio.
Los chorros de agujeros negros son comunes en galaxias activas y juegan un papel importante en la evolución de las galaxias y del universo, ya que pueden influir en la formación de estrellas y la distribución de materia en sus alrededores.
