Durante la dura Edad de Piedra, los antiguos habitantes de la Escandinavia moderna luchaban no solo contra los elementos, sino también contra un enemigo invisible: las enfermedades bacterianas. Un estudio internacional coordinado desde el Centro de Paleogenética de Estocolmo ha arrojado luz sobre el sufrimiento provocado por el envenenamiento bacteriano a través de besos, alimentos y agua en aquellos tiempos remotos.
Los científicos analizaron los dientes de 38 restos de la Edad de Piedra de Noruega y Suecia, algunos pertenecientes a comunidades de cazadores-recolectores y otros a agricultores. El estudio reveló la presencia de 660 especies microbianas, incluyendo cinco bacterias potencialmente mortales como Yersinia enterocolitica y Salmonella enterica, asociadas con la intoxicación alimentaria, así como microorganismos peligrosos transmitidos por el contacto cercano, como Neisseria meningitidis.
«El caso de Salmonella enterica encontrado en un entierro en Linköping nos muestra la posible causa de muerte de dos individuos», afirma Nora Bergfeldt, del Departamento de Zoología de la Universidad de Estocolmo y líder del estudio.
Además, el ADN de Yersinia pestis, la bacteria responsable de la peste, se encontró en una mujer adulta del sur de Suecia, siendo este el caso más antiguo de peste encontrado en restos hasta la fecha. Otras bacterias mortales halladas incluyen Clostridium botulinum, causante del botulismo, y Clostridium tetani, asociada al tétanos.
Estas infecciones, transmitidas principalmente a través de alimentos y besos, reflejan la transición de un estilo de vida cazador-recolector a uno agrícola. Aunque tratables con la medicina moderna, estas enfermedades probablemente eran mortales para nuestros ancestros.
Anders Götherström, director del proyecto de investigación, destaca la importancia de este estudio para entender mejor las sociedades prehistóricas y las amenazas que enfrentaron. La investigación proporciona una visión fascinante de la vida y las luchas de nuestros antepasados en un pasado lejano, marcado por la constante batalla contra enfermedades mortales.
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