Ubicado en el pintoresco estado de Coahuila, el pueblo mágico de Viesca se presenta como un remanso de serenidad y encanto. Su declaración como «Pueblo Mágico» en 2012 no es en vano, ya que ofrece una experiencia turística única, alejada del bullicio de las grandes urbes.
Uno de los principales atractivos de Viesca son las Dunas de Bilbao, un paisaje fascinante que se reveló tras el retiro del mar. A más de 40 km de la ciudad más cercana, este territorio ofrece la posibilidad de explorar sus dunas a pie o en emocionantes paseos en cuatrimoto. Para los amantes de la naturaleza, es una parada obligatoria.
Fundado el 24 de julio de 1731, Viesca tiene raíces profundas que se remontan a los indios tlaxcaltecas y los primeros colonizadores españoles en Parras de la Fuente. El Templo de Santiago Apóstol, joya arquitectónica del pueblo, alberga un pequeño museo y la encantadora Capilla de Santa Ana en la Ex Hacienda de Hornos, transportando a los visitantes a través del tiempo.
El escudo de Viesca, con el lema «Resurgiremos Siempre», refleja la determinación de la comunidad ante la posibilidad de convertirse en un pueblo fantasma. Además de las dunas y la arquitectura histórica, no te pierdas estos lugares que enamoran a cada visitante:
– Museo de Arte Sacro
– Museo Municipal
– Plaza de Armas
– Parroquia de Santiago Apóstol
– Reloj del Bicentenario
Viesca no solo cautiva con su belleza, sino también con su deliciosa gastronomía. Los «mamones», panes dulces de harina integral de color rosado, son la joya de la corona para los desayunos, especialmente cuando se acompañan de un aromático café con leche. Los asados de puerco con siete tipos de sopas, cocinados en hornos de adobe con madera de mezquite, ofrecen un festín para el paladar.
No puedes irte de Viesca sin llevarte un recuerdo especial. Las artesanías locales incluyen sarapes, carpetas y bordados finos tejidos a mano o con telar de pedal, perfectos para recordar la riqueza cultural de este rincón mágico.
Viesca se encuentra estratégicamente ubicado al sur de Coahuila, a unos 70 kilómetros de Torreón y 144 kilómetros de Parras. Un viaje a este pueblo mágico promete descubrimientos inolvidables, desde sus dunas hasta su rica historia y exquisita gastronomía.