Yolanda Cepeda, secretaria general del Partido Revolucionario Institucional en San Luis Potosí, sigue en plan elitista. Resulta que la señora, fan de los muebles exclusivos y caros, anda de gira por todo el estado advirtiendo a los militantes que el requisito, principal y único, para las personas que deseen ser candidatos a un cargo de elección popular es tener “mucho dinero”.
En la Huasteca, el Altiplano, la zona Media y Centro, Yolis, como le dicen sus “nuevas amigas” que hasta antes de ser impuesta como secretaria del partido hicieron hasta lo imposible para impedir que llegara al cargo, se reúne con militantes a los que a grito abierto, como habla ella, les dice “aquí no queremos pobres, el PRI necesita candidatos con dinero para ganar elecciones”.
Así, Yolis, empoderada gracias a la impunidad que le da saber que las denuncias que se han presentado en su contra por presunto uso indebido del recurso público, están detenidas, llega a las reuniones a las que asisten unos 20 priistas que aún creen en el partido y, tan claro como el agua, les pregunta si tienen dinero, “el que no, ya se puede ir retirando”.
“Las elecciones se ganan con dinero y sólo va a haber cargos para el que tenga mucho dinero, porque el PRI no les va a dar nada, ustedes deben darle al partido”, grita a voz de jarro.
En el PRI aún quedan militantes que creen en el partido, que aman al partido, que están convencidos de que es una opción y de que pueden ayudar a México, esos, los menos, se retiran de las reuniones con la cabeza baja, cuestionando qué pasó con el PRI, tratando de entender si entonces el presidente tiene razón y la esperanza está en el cambio.
Por lo pronto Yolanda Cepeda anda haciendo su lista de militantes ricos a los que desde ya les promete diputaciones locales y federales, regidoras, presidencias municipales. Ella confía en tener el dinero suficiente para comprar la candidatura a la gubernatura del Estado, pero, a decir de algunos, no es para tanto.