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Este sábado, el progresista Yamandú Orsi se convirtió en el nuevo presidente de Uruguay, marcando el regreso de la izquierda al poder tras cinco años de gobierno centroderechista bajo Luis Lacalle Pou.
La ceremonia de investidura tuvo lugar en un contexto especial, ya que Uruguay celebró 40 años desde el retorno de la democracia, demostrando una vez más su capacidad para la convivencia política. Orsi, quien durante nueve años fue intendente del departamento de Canelones, ganó las elecciones presidenciales del pasado año y asumirá el cargo hasta 2030.
En su discurso ante la Asamblea General, Orsi destacó la importancia de la democracia y su compromiso con la búsqueda de la «pública felicidad». También enfatizó que su gobierno se caracterizará por el principio de humanidad, buscando soluciones con un enfoque humano y respetuoso hacia las diferentes perspectivas del país.
Además, agradeció a los partidos políticos por hacer de Uruguay «una amalgama plural de convivencia que aún despierta asombro en el mundo». Este espíritu de convivencia es un elemento clave en la política uruguaya y se reflejó en la ceremonia de investidura.
La ceremonia contó con la presencia de representantes de 65 países y exmandatarios como José Mujica, Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle Herrera. Después de su discurso, Orsi y la vicepresidenta Carolina Cosse desfilaron en un automóvil eléctrico desde el Palacio Legislativo hasta la Plaza Independencia, simbolizando el compromiso del país con la transformación energética y el cuidado del medio ambiente.