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Familia presidencial de Xilitla despilfarra recursos públicos en gustos personales 

Dos años de «trabajo» en la presidencia le han bastado al alcalde de Xilitla, el polémico Profe Lalo, para satisfacer con excesos los gustos y caprichos de su esposa y es que, de acuerdo con infinidad de denuncias, muchos de los recursos públicos han sido desviados para comprarle toda clase de lujos mientras que el municipio y sus habitantes enfrentan infinidad de problemas.

Xóchitl Deyanira Herrera Gama, la flamante primera dama de Xilitla, saltó a la fama cuando se fue de vacaciones a la playa en en el momento más álgido de la pandemia, tanto ella como su esposo, el alcalde, aseguraban que el coronavirus era un invento del gobierno para controlar las masas. Evidentemente, su perspectiva cambió poco después cuando varios miembros de la familia enfermaros de gravedad al contraer el SARS-CoV-2.

A principios de este mes, de nueva cuenta volvieron a estar en el ojo del huracán al celebrar en grande su cumpleaños; al pachangón acudieron decenas de invitados con toda clase de regalos, de los más caros porque, aunque al alcalde ya casi se le acaba el hueso, siguen teniendo al idea que mantendrá el poder una vez que concluya el trienio.

La sede de tan distinguido evento fue la propia casa del presidente la cual, aseguran, se ha convertido en el salón de fiestas particular del Ayuntamiento pues por cualquier motivo hacer reuniones en donde sobra el chupe, la tragazón y los gorrones, todo con cargo al erario público.

El profe Lalo es recordado como un humilde maestro de rancho a quien la gente estimaba y respetaba, sin embargo, apenas llegó a la presidencia y, denuncian, le pagó varias cirugías a su esposa, le remodeló toda la casa, le compró caballos purasangre, frisón, cuarto de milla y appaloosa, además de ropa de marca, joyas y cuantos lujos les han sido posibles.

En contraste, cientos de familias de Xilitla sufren los estragos de la contingencia sanitaria y las afectaciones económicas tras la suspensión durante varios meses de las actividades turísticas, además de los altos índices de pobreza y marginación que se acentúan en las zonas indígenas.

Seguiremos informando. 

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