La incertidumbre es cruel, desgasta. Es un veneno que emponzoña el alma.
Cuando en nuestro horizonte vislumbramos amenazas que pueden destruir nuestros sueños y esperanzas se pierde la serenidad. Este malestar del espíritu es el que en estos días tiene atrapado al candidato de Morena a la alcaldía de la capital. Xavier Nava acumula varias noches sin poder dormir. Sus pecados políticos lo atormentan en las horas sombrías de la madrugada. Su perfil de chapulín le está cobrando facturas que no calculó amortizar en tan corto tiempo, en plena campaña.
Esta semana el Tribunal Estatal Electoral tendrá que pronunciarse acerca de la legalidad o ilegalidad de la candidatura del alcalde con licencia que busca la reelección.
Xavier Nava sabe que su candidatura está bajo sospecha, que su registro como competidor viola la Constitución, que se puede caer. Tan es así que el pasado fin de semana tuvo que venir a San Luis Potosí el líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo a intentar detener la caída. El líder morenista en un intento desesperado por evitar un desenlace fatal se puso en modo brabucón y amenazó a los magistrados del tribunal electoral. Les advirtió que si se atrevían a declarar ilegal la candidatura del tránsfuga, se les aparecería el diablo. “No lo vamos a permitir”, sentenció.
Mal harían los magistrados electorales en dejarse intimidar. Si por miedo llegaran a torcer su decisión para evitarse problemas, le estarían haciendo un daño irreversible a su independencia y a la credibilidad de su función como juzgadores. Si Morena y su candidato (Xavier Nava) están queriendo cometer un fraude a la Constitución deben ser sometidos al imperio de la ley. Garantizar la legalidad y certeza en estas elecciones es responsabilidad del Tribunal Electoral. Las bravatas del líder nacional de Morena no deben influir en su espíritu justiciero. No debe el Tribunal Electoral permitir que estos pendencieros dañen la legalidad de los comicios en curso.
Ha trascendido que los magistrados han solicitado a la dirigencia estatal del PAN que presente evidencia documental que acredite que Xavier Nava aceptó las obligaciones de todo militante, es decir, que firmó un documento en el que se comprometía a cumplir con los Estatutos que rigen la vida interna de ese partido y que además pagó cuotas como miembro activo. Si los directivos del PAN cuentan en sus archivos con estas pruebas, Xavier Nava estaría acabado, perdería la candidatura ya que la posibilidad de su reelección solo era posible si cualquiera de los dos partidos que lo postularon hace tres años (El PAN y Movimiento Ciudadano) lo registraban como su candidato a la reelección. Así que en los próximos días la suerte de Xavier Nava se decidirá. Expertos en derecho constitucional afirman que la candidatura del alcalde con licencia es ilegal. Sin embargo habrá que esperar la decisión final de los magistrados. Si los jueces electorales de San Luis Potosí resuelven que Nava no tiene derecho a la reelección hay que dar por hecho que Morena acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a través de la Sala Monterrey, para inconformarse e intentar que se le reponga la candidatura. Mientras tanto el candidato de Morena no ha podido dedicarse de lleno a su campaña. Su probable caída lo tiene turbado y afligido. Por eso ha cometido errores importantes en sus primeros días de campaña. El más visible, ilegal y peligroso es el que cometió hace unos días cuando lo agarraron con las manos en la masa utilizando los recursos y personal del Ayuntamiento en favor de su candidatura. Utilizar camionetas, bodegas, despensas y personal que labora por honorarios como activistas de su campaña son delitos graves que no alcanzan fianza y que puede llevar a la cárcel a sus seguidores. Varios de los partidos que son sus adversarios ya tienen listas pruebas contundentes de los desvíos que el ayuntamiento de la capital está haciendo a la campaña de Xavier Nava. Resulta evidente que el alcalde con licencia ha convertido a la Unidad Administrativa Municipal en su casa de campaña. Cada día son más los empleados municipales que están denunciando los chantajes y presiones a que están siendo sometidos por parte del equipo de Xavier Nava para que se sumen a su campaña. Si no lo hacen los corren.
Así que a 10 días de haber iniciado su campaña Xavier Nava no tiene “Motivos para seguir”, como reza su arenga de combate, más bien tiene motivos sobrados para estar preocupado porque se aproxima el naufragio.
