Votar para elegir a nuestras autoridades es un derecho constitucional casi sagrado.
Hoy los mexicanos enfrentamos un reto importante: elegir, por primera vez, a una mujer como presidenta de la República Mexicana.
Pero la polarización social se tradujo en violencia, temor y amagos. Hay magras propuestas y muchas amenazas.
Los mexicanos somos de recio carácter y hemos tenido el valor de generar cambios cuando lo hemos considerado necesario.
No hay pretexto que valga. Votemos en libertad por La Paz de nuestro pueblo.
¡Que viva México!