Ricardo Gallardo llegó empoderado al Palacio de Gobierno de San Luis Potosí, quizá mil pensamientos pasaron por su mente, sabe que los potosinos esperan que cumplan sus dos promesas más sociales y sensibles: La Cumplidora y los servicios de control vehicular gratuitos.
El otro, Juan Manuel Carreras, el que se va, con la testa baja lo recibió y caminó junto a el que, seis años atrás, dejó en el camino gracias a una jugarreta política de mala entraña.
Tal vez «el güero» pensó mientras caminaba en todo lo que pudo hacer y se preguntó por qué nunca se le ocurrió promover la gratuidad de los mismos servicios o poner a funcionar los Parques Tangamanga para los potosinos nocturnos.
Este viernes 30 de julio San Luis Potosí cambió. Mientras Octavio Pedroza observaba detrás de la palmera (según el meme que corrió como pólvora en las redes sociales), Ricardo Gallardo Cardona y Juan Manuel Carreras firmaban el acta de inicio del proceso de entrega-recepción con los medios de comunicación como testigos de honor.
(El mismo día, por la tarde, Ricardo Gallardo se reunió con Enrique Galindo, próximo alcalde capitalino y “refresco” del combo de campaña en el que Octavio Pedroza fue “las papas”, pero eso es otra historia).
Inició el proceso de entrega-recepción en el Gobierno del Estado y en automático se notó el cambio, mientras el gobernador saliente se mostró serio y cansado, el entrante llegó con todos la fuerza que le dan mas de 450 mil votos y la juventud que lo convierte también en el relevo generacional en el poder.
Dio la impresión de que a Juan Manuel Carreras López ya no le interesa si el Tribunal Electoral Federal resuelve a favor o en contra de Ricardo Gallardo Cardona, como que lo que quiere es ya irse.
A paso veloz subieron las escaleras, Jorge Daniel Hernandez Delgadillo aparece erguido, con el puño cerrado, guerrero de mil batallas, sabe lo que es entregar y recibir el poder, así que se dirigieron al Salón de Gobernadores, cada uno ocupando un lado de la enorme mesa de trabajo y en la cabecera Gallardo y Carreras.
Los medios de comunicación estuvieron presentes en el evento esperando las palabras del gobernador. Del entrante. En San Luis Potosí se respiran tiempos de cambios, ya se fue el PRI y ya se fue el PAN, pero a diferencia de otros estados, el que arribó fue el Verde con el líder de la Gallardía a la cabeza.
Se acabaron los tiempos de “renovación” entre los mismos, el nuevo gobernador recibe a propios y extraños en lo que se conoce como el tradicional «besamanos». Hay quienes, viejos lobos de mar, acuden y le dicen que el candidato del PRIAN, «Octavio Pedroza ya está solo y anda loquito» pretendiendo conseguir la simpatía del «pollito».
Fue un día redondo para Gallardo, por la mañana el Tribunal Electoral declara limpia la elección, al mediodía inicia la entrega-recepción y ya por la tarde se reunió en una salita del Teatro de la Paz con Enrique Galindo, el alcalde electo de la capital potosina.
El evento de arranque de la entrega-recepción fue de mero protocolo, una formalidad cualquiera que, en otros tiempos, hubiera significado un simple cambio de administrador del poder en San Luis Potosí, sin embargo, este 30 de julio del 2021 quedará en la historia como el principio del verdadero cambio en la forma de gobernar el Estado.
Los gobernadores ya se han reunido un par de veces y los equipos de trabajo también. Gallardo es un hombre trabajador, la burocracia es como una niña mimada y berrinchuda con salarios generosos y hasta ofensivos, tienen miedo a perder privilegios, la mayoría son recomendados, amigos, familiares, conocidos, queridas, queridos de altos funcionarios que alguna vez tuvieron poder y los cargaron a las arcas del Estado.
Todos guardaron las formas, la luna de miel del gallardismo con el poder ha comenzado.
Seguiremos informando.