El pasado 29 de junio, en las inmediaciones de la base aérea de Virgin Galactic, en Nuevo México, se lanzó por primera vez en la historia el primer vuelo comercial con destino hacia el espacio.
Si bien, no todos los tripulantes eran específicamente turistas en busca de pasar unas vacaciones inolvidables en la gravedad cero y con la vista espectacular de la luna, los tripulantes eran todos científicos de origen italiano, que tuvieron el honor de despegar en el vuelo de prueba del Vss Unity, con el fin de probar cómo se compartan los líquidos y cuerpos en el espacio cuando se encuentran exentos de las fuerzas gravitacionales.
Uno de los tripulantes vestía una indumentaria que se encargaba de monitorear cada aspecto biológico, con el fin de entender qué cambios pasan por el cuerpo del hombre al cruzar la estratosfera, su signos vitales y el comportamiento neuronal, con el fin de estar preparados al momento de llevar a tripulaciones más grandes de turistas en lo que serán los próximos vuelos espaciales con fines comerciales.
Empresas como Virgin Galactic y Blue Origin reconocen el potencial de los científicos para realizar experimentos en microgravedad, ofreciendo un entorno único para fines de investigación.
Esto amplía las oportunidades para el descubrimiento y la exploración científica más allá de los experimentos espaciales orbitales tradicionales. El exitoso vuelo comercial de Virgin Galactic demuestra el compromiso de la empresa con dos flujos de ingresos: la investigación científica y los vuelos privados con astronautas. Al atender tanto a investigadores como a turistas espaciales, Virgin Galactic pretende establecerse como líder en la industria emergente del turismo espacial.
La empresa de Richard Branson requiere cerca de 450,000 dólares para hacer realidad tu viaje espacial, los altos costos imposibilitan que este tipo de eventos sean cercanos para la mayoría de las personas y se reservan solo para una pequeña parte de la población que puede solventar las exorbitantes cifras.
Quizá en un futuro más cercano de lo que esperamos el viaje espacial logre hacerse algo tan común como lo son hoy en día los viajes en avión o en barco, la humanidad avanza a pasos agigantados y siempre llega a lugares a los que antes parecía solo cuentos de ficción, quizá en 10 años podamos ver como una realidad los hoteles en marte o la luna que tanto nos han prometido.
Seguiremos informando.
