
La brutalidad contra los animales en la Huasteca Sur se volvió tema de denuncia pública esta semana, luego de que organizaciones civiles como Eco Huellas TMZ y Selva Tének documentaran al menos tres casos de maltrato atroz, sin que autoridad alguna haya respondido ni iniciado procesos legales.
Uno de los casos más indignantes ocurrió en San Martín Chalchicuautla, donde un perro fue hallado gravemente herido tras haber escapado, presuntamente, de su propia casa. Su cuello estaba cercado por un alambre, lo que le causó lesiones profundas, casi mortales. De acuerdo con activistas, el can habría sido víctima de tortura por parte de su propio dueño o, peor aún, por algún desalmado sin vínculo con él.
Pese a la gravedad del ataque, ni el ayuntamiento ni la Fiscalía General del Estado se han pronunciado, y menos aún han iniciado una carpeta de investigación. La vida del perrito fue salvada gracias a la intervención de una voluntaria local y un elemento de Protección Civil. Ambos lograron estabilizarlo y llevarlo a recibir atención médica urgente.
“Este tipo de casos deberían ser investigados de oficio. Estamos hablando de violencia ejercida contra un ser vivo, un ser vulnerable, y eso no puede quedarse impune”, señalaron desde Eco Huellas, quienes exigieron que la Fiscalía General del Estado actúe ya y castigue al responsable de este cobarde acto.
Otro caso se reportó en la comunidad de El Campanario Coyolo, municipio de Tampacán, donde un ciudadano rescató a un perrito enterrado vivo dentro de una especie de cueva. “Estaba atrapado, sin salida. Pensé que no era solo un perro, era una vida que merece vivir”, relató el joven que lo salvó. Vecinos afirmaron que el animal llevaba al menos una semana atrapado y que, aunque lo habían visto, nadie se había atrevido a ayudarlo.
Pero la crueldad no terminó ahí. En Chapulhuacanito, una mujer fue captada agrediendo hasta la muerte a una madre tlacuache. Las crías también fueron golpeadas; una murió. Las sobrevivientes fueron rescatadas por Eco Huellas, que también alertó sobre el repunte de casos de violencia hacia fauna silvestre y mascotas en la zona sur de la Huasteca.
Las organizaciones lamentaron la apatía oficial y la nula respuesta institucional. “No hay programas de educación, ni vigilancia, ni castigo. Cada semana recibimos más reportes de tortura, abandono, golpes. ¿Qué esperan para actuar? ¿Que empiecen a agredir personas?”, dijeron en un comunicado.
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