Un caso grave de violencia se atendió en Ciudad Valles por parte de elementos de la Policía Municipal y Guardia Civil, además se rescató a una menor privada de su libertad.
Todo comenzó tras una denuncia ciudadana a este medio de comunicación, se trataba de la señora Eugenia de 49 años, quién dijo ser originaria de Xilitla, al buscarla y localizarla relató que este miércoles, aprovechando que los moradores de la vivienda donde estaba encerrada habían salido al centro, pudo escapo por la ventana de un cuarto del segundo piso, brinco la barda y se refugió a unas calles.
Vestida con un uniforme de una secundaria, se quedó sentadita por varias horas en la esquina de avenida Santa Rosa y calle Francisco Villa, ahí un primer «angel» la auxilio, le dio una taza de café y lo bebió desesperada, sin embargo con la primer luz del día su rostro quedo al descubierto, estaba desfigurado por los golpes, tatuajes, sangre seca y huellas de tortura.
Su imagen parecía sacada de una película de terror, el hombre no daba crédito a lo que veía por lo que pidió ayuda a sus vecinas mujeres, pues la dama seguía sin hablar y no confiaba en él. Así se fueron acercando más vecinas hasta que lograron hablar con la señora Eugenia, ella literalmente se desmayo por unos segundo, reacción al dolor de todos los golpes; una vez que recobró el sentido pudo hablar y así pidieron ayuda, sin embargo en el 911 nunca contestaron, en Cruz Roja tampoco, solo en la policía municipal hubo respuesta.
Al sitio arribaron dos patrullas de la policía municipal con 4 elementos, pero la señora debido al estado de shock en que se encontraba, su versión la cambiaba, tenía miedo que esos hombres vinieran a matarla.
Como pudo contó las atrocidades que vivió en cautiverio, cada que la golpeaban sus gritos de dolor hacían que vecinos preguntaran que pasaba, los monstruos que vivían ahí decían que era un cochino el que lloraba.
En esa casa vivía una señora con sus dos hijos, ahí tenían a Eugenia y a su hija de 14 años, a quienes tenian como empleadas domesticas; los hombres obligaban a la menor de 14 años a golpear a su mamá de no hacerlo la amenazaban con matarla. Su cuello reflejaba incluso que la habían intentado ahorcar.
Sus piernas mostraban signos de quemaduras, ella refirió que un sujeto de nombre Joaquín la había lastimado de sus pies utilizando perfume y encendedor, así como proporcionándole descargas eléctricas con un aparato conocido como chicharra.
La dueña de la vivienda fue identificada como Celia N. quién la golpeo en repetidas ocasiones con un palo, sus moretones y golpes daban fe de ello. Cansada de todo decidió escapar, sin embargo su hija de nombre Esmeralda Segura Herrera de 14 años, se quedó en cautiverio.
Tras una hora arribaron elementos de la Guardia Civil y de la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia, media hora después la Cruz Roja.
Lamentablemente nunca llegó personal de la Instancia de la Mujer Municipal o Estatal, Derechos Humanos Municipales, Sistema DIF, Procuraduría de la Defensa del Menor y la Mujer, nadie llegó a brindarle ayuda a canalizarla a un sitio seguro para su atención médica y resguardo, nadie tuvo tiempo necesario para ayudarla.
La señora Eugenia finalmente aceptó ser trasladada a un hospital de la ciudad, donde será custodiada y protegida por la autoridad estatal, porque la Instancia de la Mujer Municipal y Estatal, brillaron por su ausencia sin importarles que la vida de dos mujeres estaban en riesgo.
Seguiremos informando.
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