“El trabajo infantil roba a los niños su infancia y obstaculiza el desarrollo” así lo Señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es por ello que en el marco del “Día Internacional Contra el Trabajo Infantil”, próximo 12 de junio, la Secretaría de Salud del Estado quiere dar a conocer la importancia de la prevención del maltrato infantil en el ámbito familiar como parte de las acciones primordiales de salud en la infancia”.
Expuso lo anterior la Licenciada en Enfermería Amalia Berenice Fraga Ponce, Responsable del Centro Estatal de Capacitación en Infancia de la Secretaría de Salud, además señaló que “la infancia es la etapa más importante en la construcción de una persona, de ahí que durante este periodo niñas y niños deben contar con las condiciones favorables, como: la protección, una buena alimentación, el juego, experiencias emocionales sanas, sociales y culturales”.
Sin embargo, destacó que existen aspectos sociales, tales como: las tradiciones culturales, la discriminación, la búsqueda de mano de obra barata por parte de los empleadores, que obligan a que niñas, niños y adolescentes sean introducidos prematuramente a las actividades laborales dificultando su sano desarrollo; por lo general dependen de un empleador y están expuestos a peligros como: la explotación, la separación de su familia, la violencia, e incluso abuso de sustancias tóxicas, señalo la funcionaria estatal.
Además explicó que el término “trabajo infantil” se define como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad y que en ocasiones perjudica su desarrollo físico y psicológico e interfiere con su escolarización al privarles de la posibilidad de asistir a clases, obligándole a abandonar prematuramente las aulas o exigiéndoles que intente combinar la asistencia a la escuela con las jornadas de trabajo pesado.
En América Latina, el porcentaje de niños y adolescentes entre cinco y 17 años que trabaja bajó de 10,8% en 2008 a 7,3% en 2016, una reducción de 3,7 millones de personas, hasta la cifra actual de 10,5 millones.
El cierre temporal de las escuelas en la región, ante el riesgo de propagación de la covid-19, es otro factor que favorece el alza del trabajo infantil en el contexto de pobreza.
La pandemia está en apogeo en América Latina, causando más de 70.000 muertes, hundiendo en picada a sus economías y dejando en pobreza a más de 200 millones de personas, según especialistas.
La OIT había indicado en abril que la pandemia causaría la pérdida del 5,7% de las horas laborales en la región en el segundo trimestre, lo que equivale a 14 millones de trabajadores a tiempo completo.
Las consecuencias del trabajo infantil afectan directamente a las niñas, niños y adolescentes y algunas de estas son: los daños en piel, derivado a que la piel de un niño es más fina y puede exponerse a mayor absorción de toxinas; en el sistema respiratorio, se pueden inhalar más cantidad de sustancias peligrosas ya que las respiraciones de los infantes y adolescentes son más frecuentes; los daños cerebrales en el desarrollo del cerebro en este sector vulnerable de la población se puede ver dañado por la exposición a sustancias tóxicas.
Otras de las consecuencias o causas que pueden ser dañinos a la salud de las y los pequeños es la falta del sueño, por lo que expuso que:
“los niños y niñas de 10 a 18 años deben dormir un promedio de 9.5 horas al día para lograr un desarrollo adecuado; otra percepción que debe ser cuidada en los menores es el esfuerzo físico ya que puede retardar el crecimiento, ocasionar lesiones en la médula espinal y/o producir otro tipo de deformaciones y discapacidades permanentes”, advirtió la especialista.
De manera clara la Responsable del Centro Estatal de Capacitación en Infancia puntualizó lo siguiente:
“También existen los efectos menos visibles, como son los psicológicos que origina el sometimiento, por ejemplo: el que los menores de 18 años trabajen en un entorno donde se sienten denigrados u oprimidos dañan su desarrollo integral y su adaptación futura en espacios diferentes; Existen también otras consecuencias negativas que tienen que ver con la pérdida de oportunidades como: el abandono de la educación, entre otros de sus derechos, que con frecuencia incluso los desconocen”.
La L.E Amalia Berenice Fraga Ponce, Responsable del Centro Estatal de Capacitación en Infancia, indicó a manera de resumen que, “la esperanza de vida de niñas, niños y adolescentes puede verse disminuida por envejecimiento prematuro, el exceso de trabajo, además de la discapacidad o enfermedad, por ejemplo: en el sector agrícola y agropecuario las largas jornadas laborales, el uso de instrumentos con filo, los expuestos a insectos, radiación solar, sustancias químicas, posturas incomodas, cargas excesivas que deben trasladar, etc., frecuentemente les ocasiona dolores de cabeza, problemas de la espalda, cortaduras y problemas de la piel; y por lo general dichos padecimientos son atendidos en los sitios de trabajo, no siempre por personal de salud”, reconoció la funcionaria quien hizo un llamado a salvaguardar la infancia de los niños y niñas de todo el país.
Aunado a lo anterior explicó que en México está prohibido el trabajo de menores de quince años, así como el trabajo de menores de dieciocho años dentro del círculo familiar en cualquier tipo de actividad que resulte peligrosa para su salud, su seguridad o su moralidad, o que afecte el ejercicio de sus derechos y con ello, su desarrollo integral, como se señala en la Ley Federal del Trabajo.