Ucrania intensificó sus acciones militares al lanzar por primera vez misiles de crucero Storm Shadow, de fabricación británica, contra la región rusa de Kursk, un día después de confirmar el uso de misiles Atacms estadounidenses en Briansk. Paralelamente, Estados Unidos autorizó el suministro de minas antipersona al ejército ucraniano, un cambio significativo en su política armamentista.
Los detalles del ataque con Storm Shadow no son claros; fuentes anónimas mencionan el uso de hasta 14 misiles y su equivalente francés, los Scalp, pero no especifican los objetivos militares alcanzados. El lanzamiento se considera una anticipación a un posible “ataque aéreo significativo” de Rusia contra Kiev, lo que llevó al cierre preventivo de algunas embajadas occidentales.
El director de inteligencia exterior de Rusia, Serguei Naryshkin, advirtió represalias contra los países de la OTAN que apoyen ataques en territorio ruso, mientras el Kremlin acusó a Estados Unidos y sus aliados de prolongar deliberadamente el conflicto.
Este aumento en la escalada militar refleja la creciente participación de Occidente en el conflicto y sus implicaciones para la estabilidad internacional.
Seguiremos informando.