El investigador y Jefe del Laboratorio de Paleontología de la Facultad de Ingeniería de la UASLP, Dr. Guillermo Alvarado Valdés, comentó en entrevista que en reciente visita del rector, doctor Alejandro Zermeño Guerra, mostró un interés y para colaborar para que en el mediano plazo se contemple la construcción de un museo que reuniría una cantidad importante de vestigios fósiles, aunque resaltó que debido a la difícil situaciones económica, aún se continúa analizando su viabilidad.
El ingeniero geólogo con Maestría en Paleontología y en Ambientes Sedimentarios, recordó que cuando regresó a la UASLP, después de realizar una maestría en paleontología en la UNAM, comenzó a salir a campo, y fue en el año 2002 que realizó una carta para el Servicio Geológico Mexicano (SGM), Santa Gertrudis, en el desierto de Charcas, explicando que caminando en uno de los tantos cañones encontró unos huesos y donde el resto estaba cubierto por sedimento.
Fue en el 2005, que un alumno solicitó realizar una tesis, pero no de invertebrados sino de vertebrados, desafortunadamente el joven falleció, y retorno cuatro años después a la localidad a retirar las capas de sedimentos del jurásico tardío, del kimmeridgiano con una antigüedad de 150 millones de años.
“Este pez tiene 150 millones. Hicimos un primer intento de rescate, pero se acabaron los fondos, regrese cuatro años después con otro alumno que solicitó realizar su tesis de maestría para rescatar el fósil del que se desconocía si era un pez. El monolito pesó más de 500 kilos, los otros estaban más ligeros, pero no se trasladaron, así que el montaje se hizo con lo que teníamos debido que no había financiamiento para este tipo de proyectos, generalmente cuando son ciencias naturales se otorgan pocos recursos”.
El doctor Guillermo Alvarado en colaboración con estudiantes tardó cerca de cinco años o más limpiándolo, milímetro a milímetro, advirtiendo que era una pieza delicada. “La característica de este fósil es la de un pez filtrador similar a un pez ballena; por ejemplo, los tiburones tienen un esqueleto cartilaginoso que no se preserva como fósil, se deshace y lo único que se preserva son los dientes. En este caso tenemos un esqueleto con aleta dorsal, aletas caudales, y aleta ventral”.
Este ejemplar es óseo pero filtrador, parecido al pez ballena, que se extinguieron en el jurásico y para el cretácico ya no había presencia, algunos de ellos evolucionaron a peces desarrollando dientes y convirtiéndose en carnívoros, “este ejemplar es único, el segundo a nivel mundial. Cuando en la UNAM se enteraron de este hallazgo se comunicaron con un investigador escoces y quedó sorprendido al decir que era uno de los ejemplares más completos de este tipo de peces”.
El objetivo del doctor Guillermo Alvarado Valdés es acelerar el registro de la colección paleontológica para publicar en revistas de impacto internacional y se posicione a San Luis Potosí como un centro importante de Paleontología.
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