El Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina (CICSaB) y la Facultad de Medicina, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), organizaron la conferencia “Rotavirus: genotipos, vacunas y salud pública”, impartida este día por el doctor Ismael Herrera Benavente, director de dicha entidad académica.
El evento de divulgación reunió a un gran número de especialistas, estudiantes e interesados en el tema y proporcionó una plataforma para discutir los avances, así como los desafíos en la lucha contra el rotavirus, que es prevenible con la vacunación.
Herrera Benavente subrayó la importancia de comprender la definición precisa de términos relacionados con la diarrea y la gastroenteritis, especialmente en el contexto de la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud, el rotavirus agudo se define como “tres o más evacuaciones disminuidas de consistencia al día, por más de tres y menos de catorce días”. Sin embargo, señaló que esta definición no siempre toma en cuenta factores críticos como la edad del paciente o su tipo de alimentación.
Durante la conferencia, el experto explicó que ese virus es una causa común de gastroenteritis aguda, particularmente en niños menores de cinco años en países de ingresos bajos y medianos. Resaltó que dicha gastroenteritis es una de las principales causas de enfermedad y muerte en todo el mundo, con el rotavirus como el principal agente etiológico. A pesar de la disponibilidad de vacunas desde 2006, éste sigue siendo prevalente, especialmente en regiones con acceso limitado a servicios de salud.
También habló sobre su transmisión, cuya principal vía es fecal-oral, aunque también puede propagarse a través de aerosoles. Ilustró cómo la enfermedad puede dispersarse en entornos como guarderías y hogares y enfatizó la necesidad de tener buenas prácticas de higiene para prevenirlo.
Antes de la introducción de la vacuna, el rotavirus causaba una mortandad significativa a nivel mundial, con aproximadamente 611 mil fallecimientos infantiles y 2.4 millones de hospitalizaciones anuales. A pesar de una disminución en las tasas de mortalidad, tras la introducción de la vacuna en 2013 aún se registraron alrededor de 500 mil muertes infantiles atribuidas al virus, que se concentraron en 72 países de bajos ingresos, principalmente en Asia y África. Para 2016, el rotavirus seguía siendo responsable de una tercera parte de las muertes infantiles en menores de cinco años.
El director de la Facultad de Medicina compartió datos específicos sobre el comportamiento del virus en México antes de la vacuna. Mostró que los picos de incidencia se producían entre octubre y abril, coincidiendo con un aumento en las tasas de mortalidad. Mientras que un estudio del doctor Daniel Loyola, director del CICSaB, reportó que de 3 mil 716 muertes infantiles estudiadas, mil 787 fueron causadas por rotavirus, con un comportamiento estacional marcado.
Herrera Benavente enfatizó la importancia de continuar con la promoción de la vacunación y mejorar las condiciones de higiene para reducir la incidencia del rotavirus. “La prevención es fundamental. La vacuna es eficaz, pero debe complementarse con esfuerzos en educación y prácticas de higiene para proteger a los más vulnerables”, afirmó.
La conferencia finalizó con una sesión de preguntas y respuestas, donde los asistentes pudieron interactuar con el ponente y profundizar en los aspectos discutidos. La participación activa de la comunidad académica y de salud, subrayó la relevancia de abordar las enfermedades infecciosas como el rotavirus en el ámbito de la salud pública.