En medio del devastador conflicto que existe entre Ucrania y Rusia, un fenómeno turístico ha emergido conocido como «Turismo de guerra», mismo que atrae a viajeros de todo el mundo que buscan explorar áreas afectadas por la guerra.
También conocido como «Turismo Oscuro», el turismo de guerra implica la visita a lugares que han sido directamente impactados por conflictos bélicos, con Ucrania como el más recurrente en los últimos meses. En dicho país, los viajeros son guiados a través de localidades emblemáticas como Irpin, Borodianka y el infame puente de Irpin, donde los soldados rusos intentaron avanzar durante la invasión en 2022.
Dichas visitas ofrecen una perspectiva impactante de la situación actual. Hasta el momento, son ya una decena de empresas las que han surgido para atender esta creciente demanda de este tipo de turismo, destacando la necesidad de una experiencia auténtica y educativa
Desde el 2023, la empresa llamada War Tours ha reportado un aumento en el número de visitantes y ha llegado a registrar hasta 30 clientes en lo que va del año, especialmente en Europa y Estados Unidos. Los costos de este negocio varían y van desde 150 hasta 250 euros y parte de los ingresos que genera se destinan al apoyo a las fuerzas de Ucrania.
Si bien algunos ven estas experiencias como una forma de educación y comprensión sobre el conflicto, otros residentes locales sienten que es turismo es un «dinero ensangrentado» por lo que cuestionan la motivación de los visitantes que quieren presencial el dolor ajeno.