“Contrario a lo que la población pueda pensar, la tuberculosis nunca se ha ido; ha habido etapas en las que ha aumentado su prevalencia, pero en realidad nunca se ha ido”, así lo señaló el doctor Pedro Torres González, coordinador del Laboratorio de Enfermedades Infecciosas del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina (CICSAB) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Señaló que específicamente con la epidemia del VIH Sida, eso quedó muy claro, incluso para el resto del mundo, la tuberculosis estaba para quedarse, “eso, además de otros factores que han perpetuado que se sigan presentando casos, sobre todo en personas de escasos recursos que llegan tarde a la atención clínica”.
De igual manera, dio a conocer los síntomas más comunes que se deben de tomar en cuenta en caso de que éstos se presenten, tales como: pérdida de peso, tos que dure más de tres semanas, aparición de ganglios cervicales.
“Ya cuando se encuentre más avanzada la enfermedad, se tiene que estar al pendiente de fiebres periódicas u ocasionales, y que los médicos de primer contacto deben de tenerlas presentes”.
Sobre la vacuna que se aplica contra la tuberculosis, el doctor Pedro Torres explicó que este inmunológico en México, como en el resto del mundo, es única, “y el beneficio de la vacuna es durante los primeros años de la vida de las y los niños, ya que evita los cuadros graves de meningitis, pero en realidad no nos protege de infectarnos o de desarrollar la enfermedad por tuberculosis”.