Matehuala fue blanco de una nueva tromba la tarde de este sábado, el color gris de las nubes llenas de agua cambiaron el tono azul que iluminaba el suelo del municipio más grande del Altiplano.
A dos años de la tromba nunca antes vista en Matehuala, el olor a tierra mojada daba el aviso a los matehualenses de la llegada de la lluvia, los cuatro puntos cardinales se oscurecieron y llamaron al viento con fuertes rachas en todas direcciones.
Objetos salieron volando mientras el agua comenzaba a caer, personas que caminaban por las calles, atemorizadas, siempre con el recuerdo de aquel 30 de mayo de terror, en 2019, que vivió Matehuala con una tromba nunca antes vista y que dejó daños en la mayor parte de inmuebles.
El agua comenzó a caer con más fuerza y le siguió la llegada de granizo que fuerte y peligrosamente golpeaba vidrios de casas y carros.
Las calles se convirtieron en ríos con peligrosa corriente que pocas personas que habían quedado varadas, cruzaron para, apresuradamente llegar a resguardarse en su hogar.
En varios puntos del municipio, casas sufrieron inundaciones y obligaron a algunos matehualenses a improvisar tarimas para evitar daño en muebles.
Ciudadanos de vecinos municipios, como Cedral, La Paz, Villa de Guadalupe, quedaron varados en las carreteras debido a la corriente que arrastraba lodo y dificultaba el transitar de los autos.
Filas largas se observaban a los largo de caminos y carreteras; los conductores prefirieron esperar a que la carretera se liberara del peligro que produce el pavimento resbaladizo.
Las mascotas que deambulan en la calle no fueron la excepción, el estruendo de los golpes del hielo se convirtió en miedo y se apoderó de ellos; escalones de negocios fueron su resguardo mientras llegaba la calma.
Protección Civil y los cuerpos de emergencia pidieron estar atentos a las indicaciones oficiales.