Se llamó Juan Manuel Quistián, era conocido por el sobre hombre de “El Tontín”, el rey del wepa, el amo de los sonidos.
Poco lo saben pero este hombre convocaba multitudes y era para las bandas una especie de consigliere, los que eran rivales eran capaces de hacer tregua para asistir a alguno de la bailes que amenizaba.
El Tontín movió masas, sin saberlo, dando ejemplo de civilidad y orden. Chavos banda, de barrio fueron a su funeral y no hubo un solo incidente pese a que sus seguidores llevaban incluso bebés.
Caminaron 10 kilómetros para llevarlo hasta su última morada (del templo del barrio de Tlaxcala al Panteón municipal de Soledad)
Caguama en mano, un bote de cerveza, un carrujito de mariguana pero nadie alteró el orden, arrastraron por las calles su dolor al ver al ídolo caído de manera cobarde.
El “Tontín” no pudo defenderse del sicario que segó su vida. Valiente como era, antes de ser cobardemente asesinado encaró a los presuntos jefes de una banda delictiva que quisieron extorsionarlo, cobrarle derecho de piso por cada una de sus tocadas. Se negó y esa fue su sentencia de muerte.
La Fiscalía General del Estado está muda, no hay quien de la cara, Jose Luis Ruiz Contreras es el titular interino de la institución pero ni una palabra de éste crimen y tampoco del de la agente municipal Mayra Elizabeth. En los pasillos de la institución se dice que los dos asesinatos podrían haber sido perpetrados por la misma persona y con la misma arma. De eso nada se sabe.
Pero Quistián era importante sin saberlo, era generoso, la vida le sonreía, fiel a su familia y su origen perse a ser un ídolo, nunca abandonó su casa en el barrio de Tlaxcala.
Sus cercanos dicen que desde niño era “la verdura del caldo” y que fue un factor determinante para que el hoy gobernador, Ricardo Gallardo obtuviera muchos votos de ese sector de los potosinos.
El gobernador publicó una esquela en sus redes sociales pero nadie más del grupo en el poder expresó su pésame a la familia.
El crimen no quedará impune, si las autoridades no hacen justicia, el pueblo lo hará por su propia mano, el primer aviso ocurrió en el barrio la mañana de este 7 de Octubre. Que el que sabe leer que lea.
No hay antecedente de un funeral tan multitudinario como el del rey del wepa, no habrá quien concilie ahora a las bandas, no habrá quien lo olvide porque vivirá por siempre en la historia de San Luis Potosí.