Las distorsiones cognitivas son universales y cotidianas, forman parte de todas las vidas, eso sí, algunas personas son más hábiles que otras a la hora de limitar su influencia, pero ¿a qué nos referimos como distorsiones cognitivas? Hablamos de patrones de pensamiento exagerados que no se basan en percepciones objetivas, sino en interpretaciones sesgadas de la realidad y que, por norma, favorecen los pensamientos negativos.
Las distorsiones cognitivas alimentan ideas sobre ti mismos y sobre el mundo que son muy poco veraces o directamente falsas, en general, hacen que nuestra percepción adquiera un matiz pesimista, y dado que el pensamiento tiene una gran influencia sobre la conducta, es posible que te lleven a actuar de una manera equivocada.
El problema real es que estas percepciones e ideas derivadas sustentan nuestras decisiones y sin duda, las distorsiones cognitivas tienen un impacto importante sobre tus emociones y tu estado de ánimo, pero en esta ocasión hablaremos de aquellas que producen y perpetúan pensamientos negativos.
- La polarización de pensamiento
La polarización es una de las distorsiones cognitivas más frecuentes y también una de las más dañinas, es una forma de enfocar la realidad teniendo en cuenta solo dos opciones: Todo o nada, en este tipo de percepción los matices desaparecen, tal clase de sesgo produce que trabajemos con estándares poco realistas y comúnmente injustos contigo mismo y con los demás, en otras palabras, puedes ser totalmente negativista o positivista y ambos extremos son malos.
- La sobregeneralización
La sobregeneralización consiste en tomar la parte por el todo, osea, se presenta un evento negativo aislado, pero lo conviertes en un patrón estable, sin que realmente haya bases para verlo así, las sobregeneralizaciones como “siempre” o “nunca” no son buenas dentro de tu vocabulario, en particular cuando te refieras a lo que eres o lo que puedes, lo humano es cambiante y paradójico, no absoluto. - Las distorsiones cognitivas del “deberías”
Es muy importante usar la palabra “debería” o “deberías” con mucho cuidado, en muchos casos, no es sino la expresión de una distorsión cognitiva común. Las cosas no “deben” ser de una sola manera, sin excepciones, hay factores, circunstancias o matices que admiten cierta flexibilidad, así que en lugar de decir “debería” de ser más puntual” quizá sea más razonable preguntarte por lo que hay detrás de tu impuntualidad, para comprenderte mejor y no para juzgarte.
Recuerda que tener constantemente pensamientos negativos provoca mil reacciones en tu mente y cuerpo, es necesario aprender a identificar este tipo de distorsiones cognitivas que nos crean patrones de pensamiento insanos y agobiantes, neutralicemos esos pensamientos negativos con frases que alimente tu autoestima y tu autoconfianza.
Estefanía López Paulín
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