Los amantes de las mascotas suelen dividirse en dos corrientes mayoritarias: gentes de perros y gentes de gatos. A menudo irreconciliables, hay sin embargo múltiples ejemplos de personas que han logrado equilibrar ambos mundos en sus hogares, albergando simultáneamente a felinos y cánidos.
Aunque parezca mentira, hace muchos años que los científicos tratan de establecer quiénes son más inteligentes, si perros o gatos, y hasta ahora los resultados parecen favorecer a los chuchos. Veamos lo resultados obtenidos en el último intento serio por comparar las habilidades cognitivas de perros y gatos, un estudio realizado en 2017 (y publicado en Frontiers un Neuroanatomy).
El responsable del trabajo es un equipo internacional comandado por la neurocientífica y experta en fisiología animal Suzana Herculano Houzel, investigadora brasileña que dejó la Universidad de Río para unirse al cuerpo docente de la Universidad Vanderbilt en Tennessee, Estados Unidos.
Al grano, los resultados indican que el cerebro de los gatos tiene aproximadamente la mitad de neuronas en el córtex cerebral que las presentes en la corteza de los perros. Dado que es justamente en estas rugosidades del cerebro donde se sitúan las funciones para la cognición compleja y flexible, parece evidente que los perros (que ya muestran un repertorio de comportamientos más amplio que los gatos, al ser animales sociales) parecen estar más dotados cognitivamente.
Hay que tener en cuenta que comparar comportamientos entre especies es muy complicado, por lo que el enfoque empleado por el equipo internacional liderado por Suzana Herculano (creadora del método) parece, cuando menos, más sencillo. Básicamente se trata de preparar previamente las porciones de cerebro a estudiar convirtiéndolas en una especie de “sopa”, tras lo cual se procede al conteo con la ayuda de un microscopio.
Habrá quien pueda pensar que los perros tienen más neuronas por el tamaño relativo superior de su cerebro, ya que habitualmente los especímenes de esta especie tienen una masa corporal mayor que la de los gatos, pero este razonamiento no es válido. De ser así, los elefantes africanos serían los animales terrestres más inteligentes, puesto que su cerebro es dos veces mayor que el nuestro. Sin embargo los humanos, con 16.000 millones de neuronaspresentes en el córtex cerebral, superan ampliamente los 5.600 millones de neuronas de los elefantes. (El podio global lo completan nuestros primos los gorilas y los chimpancés).
Pero vayamos con el trabajo del equipo de Herculano, en el que no solo se examinaron los cerebros de perros y gatos, sino a los de otros seis mamíferos carnívoros: hurones, mangostas, mapaches, hienas, leones y osos pardos.