Hace 25 años, unos intrépidos juguetes revolucionaban el cine de animación con Toy Story, el primer largometraje creado por computadora. Pese a múltiples diferencias entre Disney y Pixar la película llegó para revolucionar la animación.
El 22 de noviembre de 1995 se estrenaba la película que daría un salto mortal en la historia del cine, pero la acrobacia audiovisual necesitó casi 15 años de desarrollo y el empeño de su director, John Lasseter, quien llegó a recibir un Óscar especial por los logros pioneros en el campo de la animación generada por computador.
Antes del estreno de Toy Story el lápiz y la goma eran los únicos ingredientes para crear magia en las cintas animadas. Disney era el evidente rey en esta área con grandes éxitos como El rey león y Pocahontas.
Mientras los líderes de la compañía se negaban a introducir nuevos formatos, Lasseter, un ex trabajador de la compañía, quien había presentado su idea de animación por computadora a el estudio, inicio a trabajar por su cuenta.
Lasseter decidió unirse a la creación de Pixar, el estudio estrenó Tin Toy en 1988, un cortometraje que ganó el Óscar a mejor corto de animación y que fue el germen de Toy Story.
Tras muchas discusiones, Disney terminó por apoyar la idea de Lasseter y su estudio de animación Pixar. Ambos iniciaron la creación de lo que se convertiría en un clásico del cine y una de la películas mas rentables de la historia.
El inicio de una nueva era
“Toy Story” consiguió que el público pensara en el cine de dibujos como algo que no estaba únicamente dirigido a niños: el argumento contenía diferentes capas, desde la obvia a la más profunda, que introducían humor, ironía y guiños agudos.
Woody y Buzz Lightyear se convirtieron en héroes con sus personalidades torpes, complejas y llenas de crisis existenciales, que se apoyaban en un elenco de personajes perfectamente definidos y carismáticos como el tiranosaurio Rex, el perro Slinky o el matrimonio Cara de Papa.
Fue un estilo que marcó las señas de identidad de Pixar y elevó el estatus de las películas de dibujos.
Sin lugar a dudas esta película permanece en el corazón de varias generaciones, quienes crecieron con la gran aventura de los juguetes de Andy y que posteriormente fueron parte de las obras de Pixar que no serían posibles sin el estreno de Toy Story.
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