La tlayuda, una exquisita tortilla gigante originaria de Oaxaca, es un verdadero tesoro de la gastronomía mexicana que refleja la rica herencia de las culturas prehispánicas, mismo que sorprende por su tamaño y variedad de sabores; se puede disfrutar como sope, quesadilla o taco, permitiendo a cada comensal personalizar su experiencia culinaria, pero ¿De qué son y cómo se preparan?
La preparación consiste en una tortilla de maíz de aproximadamente 30 centímetros de diámetro, que se dora en un comal y se complementa con ingredientes como frijoles negros, tasajo (carne seca), chorizo, quesillo (queso Oaxaca), cecina y aguacate.
La historia de la tlayuda se remonta a la época precolombina, siendo fundamental en la dieta de las comunidades indígenas. Su nombre proviene del náhuatl «tlao-li», que significa «maíz desgranado», y el sufijo «uda», que denota abundancia.
La tlayuda ha ganado reconocimiento internacional; en 2020 fue coronada como el platillo favorito en el campeonato Street Food Latinoamérica, organizado por Netflix. Este evento destaca su atractivo no solo entre los mexicanos, sino también a nivel global. La gastronomía mexicana fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010, lo que incluye a la tlayuda como uno de sus exponentes más destacados.
La tlayuda no es solo un alimento; es una representación cultural rica en historia y tradición. Desde su preparación hasta su consumo, este platillo encapsula la esencia de Oaxaca y su contribución invaluable a la identidad gastronómica de México.