¿Te cuesta levantarte por las mañanas y te sientes aletargado al despertar? Este fenómeno se conoce como la inercia del sueño y es una experiencia que afecta a miles de personas en todo el mundo, pero ¿Cómo se puede evitar?
Existen estrategias sencillas que se pueden implementar en tu rutina para reducir la somnolencia y comenzar el día con más energía. La clave principal es adoptar cambios pequeños que poco a poco se quedan dentro del estilo de vida de cada persona y pueden ser ya constantes en las rutinas.
Descansar es fundamental para despertar con energía. Para mejorar la calidad de sueño, lo primordial es dormir temprano, cenar ligero y tomar una ducha tibia como una de las últimas actividades del día. Asimismo, se tienen que evitar las pantallas antes de dormir, utilizar ropa cómoda y, en la medida de lo posible, reducir el ruido en la habitación.
La exposición a la luz solar al despertar también mejora considerablemente el estado de alerta y aumenta la producción de melatonina y cortisol en el cuerpo. Cambiar las cortinas o salir a dar unos pasos en la mañana ayudará a tener ideas más frescas y aprovechar mejor el tiempo tras levantarse.
Otros de los consejos prácticos es cambiar el sonido de la alarma de tonos neutros o repetitivos a melodías prolongadas. Además, hacer ejercicio por la mañana también ayuda junto a un desayuno energético con carbohidratos para mantenerse despierto.
Finalmente, entre los trucos rápidos están tomar una ducha de agua fría, lavarse la cara con agua fría y masticar chicle durante algunos minutos.
