Todo indica que San Valentín es una “celebración” con fecha de caducidad, al menos desde su planteamiento más tradicional: una fecha para festejar el amor en pareja. Pero, pese a ello, no es tan sencillo escapar del día de los enamorados porque, entre otras cosas, las marcas comerciales siguen muy interesadas en que celebremos todo lo que se pueda celebrar, entendiendo celebrar por comprar y consumir, claro.
Pero ¿qué pasa cuando recibimos este bombardeo de corazones y edulcorados clichés románticos durante días antes del 14 de febrero… pero estamos solteros? ¿Cómo nos afecta a nivel emocional no tener pareja en San Valentín y quedar “fuera” de la fiesta?
Hay que tener en cuenta que la soltería no es tanto un estado sentimental impuesto desde fuera (o, al menos, no siempre) sino, a menudo, una elección personal. Por tanto, no todos los solteros viven de la misma forma San Valentín, porque, aun generalizando, hay diversos tipos.
El soltero frustrado
Se trata de una persona a la que le gustaría estar en pareja, pero se encuentra en un periodo de soltería que no llega por elección personal, sino por circunstancias que escapan a su control. Pueden ser personas que, recientemente, han finalizado una relación, o personas que llevan tiempo buscando pareja sin éxito: de ahí la frustración.
No cabe duda de que, para estos solteros, el día de San Valentín puede ser una fecha delicada si se lo toman muy a pecho. Y nunca hay que minusvalorar las necesidades emocionales de un “corazón roto” que suele estar extraordinariamente sensibilizado ante exageradas muestras de amor.
En este caso, lo recomendable es que te apoyes durante estos días en amigos y familiares, recordando que hay muchas formas de amar, no solo la romántica.
El soltero de baja autoestima
Se trata de un tipo de soltero que deriva de la anterior, pero con un matiz relevante: son incapaces de buscar una relación por su baja autoestima. Como en el caso anterior, viven San Valentín con el corazón encogido, a menudo agarrados a una perniciosa nostalgia fantaseando con parejas ideales que nunca llegan.
Soltero en hibernación
Existe película llamada Un corazón en invierno que presenta un tipo de soltero, aquel que tiene el corazón en estado de hibernación, aquel incapaz de amar. Tal vez una herida demasiado grande que no deja sangrar o una postura vital irrenunciable. La cuestión es que el soltero en hibernación vive San Valentín como una fiesta para los demás por la que él pasa de puntillas. El amor que se vende en estas fechas no es para él.
El soltero con miedo al compromiso
Se trata de una persona incapaz de “comprometerse”, al menos según el criterio tradicional de compromiso sentimental: llegar a un acuerdo con una persona y respetar dicho acuerdo en todo momento. La cuestión es que esta clase de soltero no quiere ningún compromiso porque teme perder su libertad y/o se ve incapaz de respetar cualquier acuerdo sentimental.
Solteros ideológicos, autosuficientes e independientes
Aunque tienen facetas diferentes, estos tres tipos de solteros coinciden en un punto esencial, para ellos la soltería no es una transición entre relaciones ni un estado sentimental, es una elección vital. Son capaces de amar y comprometerse en el amor, pero prefieren vivir sin pareja al modo tradicional.
Por cierto, es más que probable que esas figuras históricas en las que se basa el mito de San Valentín fuesen solteras. Y, aun así, se arriesgaban a contravenir las normas para “celebrar” el amor. Pues eso, celebra tú también el AMOR con mayúsculaa, que para eso no se necesita pareja.
Estefanía López Paulín
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