El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha lanzado una polémica campaña publicitaria a lo largo de la frontera sur de EE.UU. y en varios países de Centroamérica para disuadir a los migrantes de emprender su viaje hacia el norte. A través de impactantes vallas publicitarias, Abbott busca advertir sobre los peligros que enfrentan las mujeres y los niños durante su travesía. Algunas de las vallas muestran imágenes desgarradoras, como una muñeca tirada en el suelo con el mensaje: «Muchas niñas que tratan de emigrar a Texas son secuestradas», mientras que otra presenta la panza de una mujer embarazada con la advertencia: «Tu esposa y tu hija van a pagar el viaje con su cuerpo».
La campaña, que ya se ha instalado en países como El Salvador, Guatemala, Honduras y México, tiene como objetivo ofrecer una «imagen realista» de los riesgos de la migración ilegal, en particular la trata de personas y la violencia. Abbott destacó que los carteles intentan alertar a los migrantes sobre los horrores que pueden enfrentar, especialmente las mujeres y los niños.
Sin embargo, la campaña ha generado críticas de defensores de los derechos humanos y expertos jurídicos, quienes consideran que tiene un trasfondo político y electoral. Además, las organizaciones de derechos humanos han denunciado desde hace tiempo la violencia que enfrentan los migrantes, especialmente las mujeres, en su camino hacia EE.UU.
Esta campaña se suma a otras medidas de Abbott, como la Operación Estrella Solitaria y la construcción de un «muro flotante» en el río Bravo, que refuerzan su postura antiinmigrante y desafían la autoridad federal en temas migratorios
Aunque la administración de Biden ha sido criticada por su manejo de la inmigración, las medidas de Abbott siguen generando controversia. Al margen de las críticas, el gobernador continúa presionando para que el estado de Texas asuma más control sobre la inmigración, desafiando a menudo la autoridad federal y poniendo a prueba los límites del poder estatal en esta materia.
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