Elon Musk, CEO de Tesla, ha anunciado la suspensión de la construcción de la planta de ensamblaje de vehículos que la compañía tenía planeada en Nuevo León, México. La decisión se debe a las intenciones del candidato republicano Donald Trump de imponer aranceles a los coches fabricados en territorio mexicano, en caso de ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos el próximo 5 de noviembre.
En una teleconferencia con analistas y medios, Musk expresó sus preocupaciones: «No tiene sentido invertir en México si eso va a pasar». La construcción de la megafactoría en Santa Catarina, cerca de Monterrey, estaba programada para iniciar en 2026. Ahora, su futuro está en suspenso hasta conocer los resultados electorales en Estados Unidos. «Creo que tenemos que ver lo que pasa con la elección. Trump ha dicho que pondrá aranceles a los vehículos producidos en México», agregó Musk.
El empresario, que ha mostrado su apoyo a Trump, explicó que la decisión final sobre la fábrica dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos políticos. Musk destacó que Tesla está actualmente «oponiéndose a Giga México», el nombre del proyecto.
Trump ha expresado repetidamente su intención de imponer aranceles a la importación de vehículos fabricados en México, en un intento por proteger la industria automotriz estadounidense. «China está construyendo enormes plantas de automóviles en México para fabricar autos que se venderán en Estados Unidos. ¿Qué ganamos con esto?», cuestionó el candidato republicano.
El terreno para la fábrica de Tesla en Santa Catarina fue adquirido en 2023, con una inversión prevista de 4.500 millones de dólares. Este proyecto prometía generar miles de empleos en la región a través de la estrategia de «nearshoring», ensamblando vehículos a menor costo para venderlos en el mercado estadounidense.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha apoyado el proyecto, utilizando un Tesla Cybertruck como parte de su campaña para promover la inversión extranjera en el estado. A pesar de sus esfuerzos, incluyendo intentos de obtener incentivos fiscales, la construcción de la fábrica ha sido pospuesta varias veces, primero a 2024 y luego a 2026. Ahora, el destino del proyecto está en manos de los votantes estadounidenses, quienes decidirán si prefieren a un presidente que impulse la fabricación nacional de vehículos.
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