El pasado 7 de septiembre la cinta «La monja 2» llegó a todas las salas de cine del país, pasando a extender la lista de películas de terror que conforman el «warrenverso».
La cinta trae de regreso al director de la entrega pasada, Michael Chávez, y a su protagonista, la madre Irene, quien sigue luchando con los traumas de la anterior entrega e intentando llevar una vida feliz siendo uno de los pilares de su congregación.
Pero como es bien sabido en el universo de los Warren, la felicidad no es algo que dure por mucho tiempo, el terror y la tragedia volverán a impactar en la vida de esta madre y personas inocentes que sufrirán las consecuencias de cruzarse en el camino de Valak.
La cinta arranca con una escena bastante desconcertante e inquietante, en donde nos adentramos en una oscura catedral francesa, una presencia paranormal invade el lugar y toma control del recinto, alzando por los cielos a un padre e incinerando frente a su monaguillo, la rapidez y brutalidad de estos hechos pueden quitarle algo del dramatismo y terror que el director buscaba inducir en esta escena, transformándose en algo hasta un poco chusco, si algo pueden agradecer los espectadores dentro del mundo de las películas de terror que está plagado de jumpscares, gore y sustos programados, es que el terror llegue de una forma sútil de vez en cuando, la mejor herramienta en el terror es la sutileza.
Seguimos avanzando en la historia de la película y se nos presenta a una nueva monja, la hermana Debra, interpretada por Storm Reid, quien nos entrega un personaje cálido y valiente, que será la compañera de Irene una vez que el vaticano llega al convento, para pedirle a la hermana que se lance en la búsqueda de este demonio quien aparentemente tiene un rastro de asesinato y destrucción en los monasterios y conventos de toda europa.
La historia nos lleva a un internado de niñas católico, en donde nos llenamos de rostros nuevos, Anna Popplewell como Kate, Katelyn Rose Downey como Sophie y Suzanne Bertish cómo Madame Laurent, así mismo vuelve el personaje de Frenchie, interpretado por Jonas Bloquet.
En donde conocemos la historia de la maestra Kate y su hija Sophie, quien tiene una amistad inquebrantable con el mozo del lugar Frenchie, de quien podemos notar estar perdidamente enamorado de Kate.
El demonio Valak no tardará en llegar a este internado y poner todo de cabeza, si algo sabemos de este demonio es que es uno de los más despiadados y poderosos dentro del universo de El Conjuro.
La película brilla en momentos cuando se permite ser sutil y apuesta por un terror más ingenioso, que le da un peso a su atmósfera y como esta se transforma con la llegada de este demonio, hay una escena que ocurre en los túneles de Francia a la mitad de la película frente a un puesto de revistas, toda la transformación de este lugar termina convirtiéndola en una de las mejores escenas de la película.
La actuación y el carisma de los personajes nos adentra totalmente en la historia, nos compromete con lo que está pasando y nos permite tomar el papel de un público activo, la relación entre los personajes cubre ciertos agujeros dentro del guión y permite que la película fluya.
Recomendamos la experiencia de ver esta cinta en 4DX, ya que los efectos de sonido y ambiente lograran que te introduzcas de manera más escabrosa dentro de este ambiente gótico.
Seguiremos informando.