Las estadísticas en México señalan que 1.5 millones de personas lo padecen, de este número aproximadamente 75 mil son niños, en este grupo puede aparecer entre los 2 y 12 años. Y por cada 4 niños hay 1 niña con este trastorno.
Falta de fluidez en el habla o Disfemia.
Entre los 2 y 5 años es normal que tenga problemas de habla, existen dos tipos:
1. Problemas de fluidez. Es fisiológicamente normal y se debe a que el menor piensa más rápido de lo que puede hablar o expresarse
2. Disfemia. Se caracteriza por la repetición de sílabas o palabras.
Lenguaje en desarrollo.
- Repite frases y palabras enteras
- Usa palabras o sonidos (um, ah, este, etc.)
- No hay tensión ni esfuerzo al hablar
- No muestra reacciones negativas ni frustración.
- Los problemas de fluidez duran menos de 6 meses
Disfemia.
- Repite sonidos o sílabas.
- Prolonga los sonidos
- Se bloquea o se esfuerza físicamente para hablar
- Reacciona negativamente o se frustra al hablar
- La disfemia dura más de 6 meses.
Se caracteriza por hacer interrupciones que son frecuentes al momento de pronunciar una palabra.
También, puede haber tensión facial al hablar, así como parpadeos y temblores de labios o mandíbula.
El menor puede llegar a bloquearse, pues al no poder articular una palabra, llega a paralizarse.
Causas probables de su origen.
Antecedentes familiares
Discapacidades intelectuales
Alteraciones emocionales o mucho estrés
Se agrava en situaciones de estrés Por ejemplo, vivir en un entorno familiar de violencia o por sentir miedo y vergüenza al hablar en público.
Pueden volverse agresivos
Su limitación los lleva a comportamientos agresivos, como gritar o aventar cosas.
Pasan una infancia sin amigos
Enfrentan burlas, bromas y rechazo social, lo que los lleva a la frustración o soledad.
Crecen siendo tímidos
Se sienten inferiores y se aíslan socialmente.
Futuro y probables consecuencias.
Pueden truncar sus estudios Pueden abandonar sus estudios o conseguir un peor empleo.
Les cuesta conseguir una pareja
Tienen miedo a relacionarse con personas por temor al rechazo
Además de realizarle estudios de respiración, el control de ésta ayudará a tener una mejor fluidez aérea para hablar con soltura, no te olvides de brindarle apoyo psicológico, esto es vital para evitar posibles consecuencias como inseguridades, timidez y baja autoestima.
Antes de regañarlo AYÚDALO.
Recuerda que tu hijo necesita de tu apoyo y comprensión por ello háblale despacio y pregúntale una cosa a la vez: Hazlo con pausas, así le transmites tranquilidad y procesará lo que le dices, ya que necesita tiempo para hablar.
En familia hablen uno por uno: Es natural que todos quieran hablar al mismo tiempo, pero dale más tiempo que a sus hermanos y no lo interrumpan.
Créale más confianza en sí mismo: Hazlo en las cosas que haga mejor, por ejemplo: “Te portaste como un niño grande”, así percibirá algo positivo hacia él.
Dedícale 5 minutos al día: Hazlo alejado de los demás y sin televisión o teléfono para jugar; hablar del día o leer hará que tu hijo sienta que está recibiendo una atención especial.
Y, finalmente, y quizás lo más importante, es que debemos hablar con los niños diariamente de manera distendida, en un clima de seguridad y tranquilidad, ya que aquí es donde los niños se expresan con más libertad, y por lo tanto, el problema del tartamudeo infantil tenderá a desaparecer.
Seguiremos informando.