Un reciente descubrimiento en Taposiris Magna, un antiguo sitio arqueológico cercano a Alejandría, ha despertado un intenso debate en la comunidad científica. El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto anunció el hallazgo de una estatua de mármol blanco, que algunos expertos creen podría representar a Cleopatra VII, la última reina de Egipto.
La estatua, hallada junto a un amuleto dedicado al dios Ra y monedas con el rostro de Cleopatra, refuerza la relevancia histórica de Taposiris Magna como un centro cultural y político clave durante la dinastía ptolemaica.
La figura representa a una mujer con un tocado real, conocido como “diadema”, símbolo de poder en la época. La arqueóloga Kathleen Martínez, quien lidera el equipo egipcio-dominicano a cargo de las excavaciones, sostiene que el busto corresponde a Cleopatra VII. Martínez argumenta que tanto los rasgos de la estatua como el contexto del hallazgo coinciden con los elementos típicos de la icónica reina que gobernó Egipto en su etapa final de independencia.
Este descubrimiento, aunque fascinante, no está exento de polémica, ya que otros expertos piden más análisis antes de confirmar la identidad de la figura.