Tamazunchale, SLP.- Ante la problemática de inseguridad que varios municipios en la región huasteca sufren, los alcaldes han puesto el grito en el cielo suplicando la ayuda que Gobierno Federal destina ante este tema, ya que a través del programa del Fortaseg, es como la federación apoya a algunos municipios a lo largo del país para que éstos usen el dinero en cuestiones que tienen que ver directamente con la seguridad, la prevención del delito y el gasto policiaco.
A solo unos días de emitirse la información de parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para mencionar qué municipios entrarían en el programa del Fortaseg, el presidente municipal de Tamazunchale, Antonio Costa, ya conocía su situación ante este incentivo económico. En una declaración afirmó: “Nos dieron la mala noticia que Tamazunchale quedaría fuera del subsidio federal (Fortaseg)”, situación que puso por demás nervioso al alcalde panista ya que comprometía una de sus principales propuestas de campaña (la seguridad) ante sus ciudadanos.
Ante todo esto, Toño Costa también afirmó que acudió personalmente con el gobernador del estado, Juan Manuel Carreras, para pedirle intervención ante las instancias federales y así poder obtener el tan anhelado recurso económico. En palabras propias de Costa, al gobernador solo le bastó hacer unas llamadas telefónicas para conseguir el subsidio del Fortaseg para Tamazunchale, así como para otros municipios huastecos que no especificó cuáles eran.
Así, Toño Costa anda de manteles largos presumiendo que sí pudo conseguir el apoyo para el tema de seguridad, claro está, a expensas del gobierno estatal, sin embargo, ya con el dinero por demás asegurado, el monto adquirido queda muy corto con respecto al que se obtuvo el año pasado para el municipio, ya que de los 24 millones que se le autorizó a Tamazunchale en la gestión de Baldemar Orta, el gobernador solo le consiguió a Toño Costa poco más de 13 millones de pesos, perdiendo un monto de 11 millones. Aún así, el alcalde del PAN tendrá todo el 2019 para usar el dinero, comprobando cada peso que utilice, situación que no sucedió con Baldemar, ya que nunca nadie supo en qué se gastó el recurso federal.
