A raíz de que en la Glorieta Juárez implementaron la idea de vestir algunos pilares con murales que realizaron varios artistas urbanos, las obras artísticas hechas con aerosoles y pinturas muy llamativas están entrado en el gusto del público en general, alejándose, poco a poco de ese estigma negativo con el que se ha desarrollado en las ciudades.
Ante esto, existen espacios culturales como el Museo de Arte Contemporáneo donde se reúnen varias de estas expresiones artísticas que nacieron en las calles de la ciudad, dotándolas de un nuevo sentido cultural que está disponible para que la gente pueda disfrutarlas con un nuevo enfoque y criterio. Las imágenes transmiten emociones, historias y talento. Están configuradas para que se pueda apreciar el trabajo de pintura donde existe hasta el más mínimo detalle, sea en la expresión corporal, facial o en el delineado de la topografía.
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En esta segunda etapa, ya que la primera correspondió a la exposición Neomuralismo, trece jóvenes creadores aplican las técnicas del graffiti sobre cada mural presentado en la primera parte, además encontramos dos referentes en particular, artistas que se dedican al arte graffiti de forma ilegal y aquellos que a través de los años han dado el giro a la legitimación de la legalidad.
