La Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fiscalía General de la República, entre otras autoridades responsables de la seguridad pública, han hecho mutis y caso omiso ante las denuncias que se han dado a conocer sobre los hechos de violencia que se vive en la carretera 57, tramo El Huizache-Matehuala, donde grupos criminales han instalado retenes y desplegado fuertes operativos para extorsionar, amenazas y agredir a cientos de transportistas y conductores particulares.
En los últimos días, han sido muchas las denuncias que dan testimonio del miedo que se vive al transitar sobre la carretera 57 pues, según precisan, hay grupos criminales que, a la altura del kilómetro 149 y 158, han instalado retenes para detener a los transportistas y exigirles el pago de una especie de cuota por utilizar esta ruta vial. Precisan que son mil pesos los que piden por persona, en caso de que se nieguen a pagar, son despojados de sus objetos de valor y sometidos a una golpiza. Refieren que, en algunas ocasiones, de mínimo les propinan 10 tablazos.
Pero el horror no termina ahí; otros conductores refieren que ya tampoco pueden detenerse a descansar o a consumir sus alimentos pues, señalan, un grupo de hombres fuertemente armado ha tomado el parador La Estancia como su punto de operaciones, de modo que todo aquel que detiene su marcha en este lugar, también es obligado a pagar la cuota.
Ante estos agravios, han demandado la inmediata intervención de las autoridades de justicia y de seguridad pública, sin embargo, ninguna instancia ha reaccionado, situación que permite que los grupos criminales sigan aterrorizando a los miles de traileros y conductores particulares que, con frecuencia, tienen que pasar por este tramo.
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