Un total de 179 personas perdieron la vida tras el accidente del avión Boeing 737-8AS de la compañía Jeju Air, que se estrelló contra un muro al aterrizar en la ciudad de Muan, Corea del Sur. La tragedia dejó dos sobrevivientes, ambos miembros de la tripulación.
El avión, que cubría la ruta Bangkok-Muan, quedó casi completamente destruido. Hasta el momento, se han identificado 65 cuerpos, mientras que las autoridades avanzan con pruebas de ADN para reconocer a las víctimas restantes. Según personal de emergencias, los pasajeros fueron expulsados de la aeronave tras el impacto, lo que redujo las posibilidades de sobrevivencia.
El presidente en funciones, Choi Sang-mok, decretó un luto nacional de una semana y declaró al condado de Muan como zona especial de catástrofe para ofrecer apoyo a las familias afectadas. Además, informó que las cajas negras del avión fueron recuperadas; sin embargo, una presenta graves daños, lo que podría retrasar la investigación hasta por seis meses si los datos deben enviarse a Estados Unidos para su análisis.
La empresa Boeing expresó sus condolencias en un comunicado, mientras líderes internacionales como el presidente chino, Xi Jinping, el primer ministro británico, Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, enviaron mensajes de solidaridad a Corea del Sur.
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