Los infartos se producen cuando un coágulo es capaz de bloquear el flujo sanguíneo por las arterias. De esta manera, se dificulta que la sangre llegue al corazón, impidiendo su correcto funcionamiento y bombeo al resto del organismo.
Antes de que se produzcan, los infartos y ataques al corazón envían señales al organismo por un tiempo breve. Por ello, si sabemos cómo reconocer un infarto podemos o bien ayudar a la persona o solicitar atención médica urgente. Saber actuar en este margen de tiempo que nos da el organismo puede ser vital.
Síntomas de un infarto
- Dolor en la parte trasera del esternón, en el área retroesternal. La molestia pasa a manifestarse en uno de los brazos, principalmente el izquierdo, extendiéndose hasta el cuello, durante aproximadamente 40 minutos.
- Aumentan las palpitaciones y se agrava la dificultad para respirar.
- Las náuseas también se incluyen en la sintomatología. Atención, no cada vez que la persona sienta náuseas se debe relacionar directamente con un infarto.
- Normalmente, estas se manifiestan luego del paso uno. Incluso, el afectado puede vomitar como reacción posterior.
- El cuerpo puede pasar de un extremo a otro con su temperatura. Esto varía según la persona. Algunas pueden llegar al punto de expulsar sudor frío, mientras que otras llegan a sentir que su temperatura corporal se incrementa de manera repentina.
- La ansiedad se hace presente. Sabemos que se trata de un caso que pone en riesgo la vida, pero lo más aconsejable es buscar ayuda rápidamente, pues la propia preocupación puede atentar contra usted.
Hábitos que aumentan el riesgo de un infarto
- Tabaquismo.
- Exceso de estrés.
- Grasas.
- Alcohol.
- Falta de actividad física.
Es aconsejable evitar los excesos de toda índole y sobre todo, tener en cuenta que saber gestionar nuestras emociones, puede favorecernos considerablemente.