Las cabezas olmecas son parte de la cultura prehispánica mexicana y las colosales cabezas están en los primeros lugares de la lista. Actualmente, se han descubierto 16 ejemplares, Todas las esculturas varían en la altura de 1.6 a 3 metros, mientras que su peso se encuentra en un rango sobre 9 y 11 toneladas.
En 1862 el explorador, José María Melgar y Serrano, descubrió la primer figura en el municipio de Santiago Tuxtla, Veracruz. Fue una gran sorpresa encontrar una roca tallada con aspecto de un rostro humano, con ojos rasgados, hundidos y formando un gesto ceñudo, además tiene comisuras entre la nariz y la boca, lo que bien se asemejan a una persona adulta. Las demás figuras fueron descubiertas entre 1938 y 1946 en diferentes lugares del Golfo de México por el arqueólogo norteamericano Matthew W. Stirling.
Los especialistas en arqueología han creado varias conclusiones sobre las cabezas de un metro, se pensó que eran el retrato de personajes de la alta jerarquía en la Sociedad Olmeca, como gobernantes, aun que, también podrían ser de figuras importantes en esos tiempos, así como guerreros o jugadores de pelota. La creación de estas figuras las hicieron para tener la cerca con los altos de su sociedad.
Actualmente, las colosales cabezas olmecas están distribuidas en diferentes museos y sitios arqueológicos y museos, uno de ellos esta ubicado en la Ciudad de México en el Museo Nacional de Antropología.