La vicepresidenta ejecutiva de Forbes, quien presentó la lista de este año de las 100 mujeres más poderosas del mundo, destacó que la influencia de las mujeres nunca ha sido más profunda ni de mayor alcance. A diferencia de las autoridades tradicionales, las mujeres incluidas en el ranking han demostrado resiliencia, enfoques innovadores y una creciente capacidad para impulsar cambios desde «posiciones estratégicas».
Este año, la lista no solo incluye a políticas y ejecutivas de grandes empresas, sino también a figuras de ámbitos como la música y el deporte, como la cantante Taylor Swift y la basquetbolista Caitlin Clark. Aunque no ocupan altos cargos en sus respectivas industrias, ambas están creando un «nuevo mapa de influencia» que trasciende el poder convencional.
Según Forbes, las mujeres seleccionadas controlan US$33 billones del Producto Interno Bruto global y afectan a más de mil millones de personas. Sin embargo, el poder de las mujeres sigue siendo marginal en las esferas de mayor influencia tradicional, donde los hombres continúan predominando. Por ejemplo, tres de las cuatro economías más grandes del mundo nunca han sido dirigidas por una mujer.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, encabeza la lista por tercer año consecutivo, seguida por la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ocupa el cuarto lugar, destacándose como la primera mujer en asumir la presidencia de México, con un liderazgo que ya ha sido clave en la relación con Estados Unidos.
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