
La catedral de Notre Dame de París, devastada por un incendio en abril de 2019, reabrió sus puertas al público este sábado, marcando el final de cinco años de reconstrucción a cargo de cientos de artesanos. La ceremonia inaugural, liderada por el arzobispo Laurent Ulrich, reunió a cerca de 1,500 invitados, incluidos 40 líderes mundiales como Emmanuel Macron, el príncipe Guillermo y la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.
La reconstrucción, financiada por donaciones internacionales, especialmente de Estados Unidos, logró restaurar el emblemático techo, las capillas y el histórico órgano del siglo XVIII, además de incorporar iluminación moderna y mobiliario contemporáneo.
Durante la ceremonia, el papa Francisco estuvo ausente, aunque envió un mensaje leído en el evento. El acto incluyó un «despertar» simbólico del órgano y un concierto dirigido por el venezolano Gustavo Dudamel, con artistas como Lang Lang y Pretty Yende.
Esta reapertura no solo celebra la resiliencia de uno de los monumentos más icónicos del mundo, sino que también marca un nuevo capítulo en su historia, con eventos y celebraciones planificados durante los próximos seis meses.
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