En medio de la desolación provocada por una prolongada sequía, la presa «La Muñeca» en Tierra Nueva ofrece un inusual espectáculo: la capilla del Señor de La Piedad, con su única torre de campanario aún en pie después de cuatro décadas de deterioro por humedad y salitre. Los habitantes de la cabecera y las comunidades vecinas se reunieron para una misa de oración, encabezada por el párroco, con la esperanza de que la lluvia vuelva a llenar la presa.
El Río Jofre, proveniente de San Luis de la Paz, no aporta suficiente caudal para mantener el nivel de la presa, que es la única fuente superficial de agua para la región. En los alrededores, los restos de ganado y los pastizales secos son testigos de la devastación causada por la sequía. Mientras tanto, la falta de agua ha llevado a que personas acampen en los alrededores de la capilla, dejando evidencia de su presencia en forma de latas de cerveza y cenizas de fogatas.
La presa «La Muñeca» fue inaugurada hace casi 45 años, y desde entonces ha sido un importante recurso hídrico para la región. Su construcción implicó la reubicación de un pequeño centro poblacional conocido como Vigas, cuyos habitantes fueron trasladados a la comunidad de San Rafael. El vaciado actual de la presa, debido a la falta de lluvias durante más de un año, ha dejado al descubierto los vestigios del antiguo pueblo de Vigas, recordando tiempos de bonanza hídrica que ahora parecen lejanos.