En una sesión de la Comisión de Justicia del Senado llevada a cabo este 14 de noviembre, se aprobó la renuncia presentada por Arturo Zaldívar, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el pasado 7 de noviembre. Sin embargo, a pesar de este paso, aún falta la aprobación definitiva del Pleno del Senado.
La renuncia de Zaldívar a su cargo en la SCJN se fundamentó en el fin de un ciclo y el deseo de contribuir desde otras esferas a la consolidación de la transformación de México. Esta renuncia debe ser aceptada por el Presidente de la República, y posteriormente, ser enviada al Senado para su aprobación.
En su anuncio, el ministro Zaldívar expresó su intención de continuar sirviendo al país para contribuir a una nación más justa e igualitaria, priorizando a quienes más lo necesitan.
El proceso de aprobación de la renuncia se rige por el artículo 98 de la Constitución, que establece que las renuncias de los ministros de la SCJN deben ser por «causas graves» y ser aceptadas por el Presidente. Se ha generado discusión en torno a la definición de «causas graves», que según lo mencionado por Zaldívar, no se limita únicamente a situaciones trágicas o enfermedades, sino que comprende asuntos de importancia o trascendencia.
El siguiente paso en este proceso será la consideración y decisión por parte del Pleno del Senado para determinar si aprueba o no la renuncia presentada por el ministro Zaldívar. En caso de obtener la aprobación del Senado, se concretará su separación del cargo en la SCJN.
Es relevante subrayar que este proceso legal y constitucional busca garantizar que las renuncias de los ministros de la SCJN se fundamenten en motivos razonables y no obedezcan a decisiones arbitrarias.
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