Tras el cambio al semáforo amarillo en la entidad potosina, muchas actividades regresaron a su normalidad, tal es el caso de la Iglesia Católica y sus eventos religiosos, específicamente los que tienen que ver con el inicio de la Semana Santa. En este sentido, la misa del Domingo de Ramos se llevó a cabo con un 50% de aforo al interior de la Catedral Metropolitana, por lo que algunos feligreses tuvieron la oportunidad de presenciar dicha celebración eucarística que presidió el arzobispo Jesús Carlos Cabrero.
«El Domingo de Ramos es la conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, por eso tenemos que vivir el día con mucha alegría y preparar nuestro corazón, mente y cuerpo para recordar los pasajes dolorosos que Cristo sufrió por nosotros en su Pasión y Muerte, momentos que se vivirán el próximo Jueves y Viernes Santos», compartió el arzobispo potosino.
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El jerarca católico celebró que ya se vea más cerca el final de la pandemia, sin embargo, exhortó a las familias y ciudadanía a seguir cuidándose y cuidar de los más vulnerables, como los niños y los adultos mayores que todavía esperan la vacuna. «Cualquier actividad recreativa que queramos hacer, hay que realizarla con mucha responsabilidad para que no nos alcance otra ola de contagios», dijo Jesús Carlos Cabrero.
En este sentido, el arzobispo de San Luis Potosí mantiene la esperanza de que «de esta situación adversa salga un potosino nuevo, un potosino que ha luchado por mantener la vida, aquel que cree que podamos rescatar la verdad, la justicia y la solidaridad». Así mismo, Jesús Carlos Cabrero lamentó que aún se sigan presentando males sociales que perturban la paz de los ciudadanos.
Finalmente, el jefe de la Iglesia Católica en SLP exhortó e invitó a «no desconfiar de la bondad y misericordia de Dios; si él quedó ahí en la cruz como un símbolo de amor y cariño por nosotros, en esta Semana Santa sepamos corresponderle para que su muerte haya valido la pena y sigamos convenciéndonos a acercarnos a él».
