Martha Elizabeth Torres Méndez, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado, arrebató el control del negocio que, durante años, mantuvo la asociación civil Tradiciones Potosinas como principal organizadora de la Procesión del Silencio que, gracias a la suma de voluntades y el trabajo de más de 70 años, se ha logrado consolidar como una de las más importantes de todo el mundo.
Ya en 2022, en el regreso de la Procesión del Silencio, luego de dos años suspendida a causa de la pandemia de covid-19, se generó una enorme polémica por el cobro de las sillas que acostumbran arrendarse para que la población pueda disfrutar del recorrido procesional, cobro que, durante años, Tradiciones Potosinas se negó a transparentar asegurando que el recurso obtenido se utilizaba para apoyar a las cofradías a pesar de que sus integrantes afirmaban que ellos mismos eran quienes cubrían los gastos que se generaban por participar en este evento.
En esa ocasión, fuentes internas de Tradiciones Potosinas aseguraron que la Secretaría de Cultura se había encargado de hacer el cobro. Curiosamente, la dependencia estatal lo negó. Ahora, una vez más, será Cultura quien se encargue de la organización, sin embargo, de nueva cuenta se deslindó del cobró de las sillas y del recurso que se obtendrá por esta vía.
A través de un comunicado, Tradiciones Potosinas dio a conocer que, este año, no será parte de la organización, administración ni difusión de la Procesión del Silencio. El hecho, desató una ola de comentarios en redes sociales en las que se aseguraba de manera puntual que ya les habían arrebatado el negocio, luego de más de 70 años de tenerlo en sus manos ya que, si bien, se convirtió en un referente de la cultura en San Luis Potosí, también representó un jugoso negocio para particulares.
Seguiremos informando,