Tres policías estatales fueron emboscados, secuestrados, torturaron y luego ejecutados en el municipio de Santo Domingo, según revelan diversas fuentes quienes refieren que se tuvo que implementar un intenso operativo en los municipios del Altiplano Sur, primero con la intención de localizar a las víctimas y luego con miras de ubicar a los responsables del crimen.
El subcomandante Benito, el agente José de Jesús y un tercero cuyo nombre no ha sido establecido, son las víctimas mortales de este despiadado ataque. Los primeros reportes señalan que los agentes se encontraban realizando sus actividades regulares cuando fueron interceptados por un grupo de sicarios.
Los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado desaparecieron del radar de la corporación, durante varias horas no se supo nada de ellos. Como pólvora corrió la versión de que habían sido levantados por lo que se implementó un operativo de búsqueda en forma urgente. El hecho ocurrió en Santo Domingo, sin embargo, se extendió la búsqueda hasta Salinas, Ahualulco y Villa de Ramos. Los minutos jugaban en contra.
No pasó mucho tiempo para que el peor de los escenario se hiciera realidad. Vía radio recibieron la noticia. Los agentes habían sido localizados. Sus cuerpos presentaban huellas de tortura y múltiples heridas de bala. La patrulla en que se encontraban quedó deshecha.
El ataque causó conmoción entre los agentes pues, según cuentan aquellos que tuvieron la oportunidad de ver el lugar de los hechos, era el escenario de una verdadera pesadilla que dejaba de manifiesto la crueldad y violencia con que se condujeron los sicarios quienes, en ningún momento, se tocaron el corazón para arrebatarle la vida a sus víctimas.
Ya entrada la noche, el operativo de búsqueda se fortaleció en los municipios mencionados, ahora con la finalidad de ubicar a los responsables con la escasa información disponible, pero con la firme intención de hacer justicia para impedir que la muerte de sus compañeros, policías estatales, quede impune.